«El peor verano de los últimos años en materia de recortes, tanto para el usuario, como para los profesionales», así de claros se muestran los diferentes sindicatos sanitarios de la provincia que coinciden de forma unánime en calificar como «muy negativa» la previsión de camas y atención médica y sanitaria que el Servicio Andaluz de Salud, SAS, ha programado para estos meses estivales y que, según su opinión, va a provocar serios problemas operativos que repercutirán de manera directa en los cordobeses que tengan que acudir a los diferentes hospitales y centros de salud de la provincia.
En este sentido, uno de los puntos más criticados es el cierre de camas previsto en los hospitales de la provincia. Según el Sindicato Profesional de Enfermería, Satse, la cifra provincial se eleva este verano a 360 camas cerradas, una cifra «impresentable e incomprensible» que supondrá la pérdida de cerca de 30.000 estancias hospitalarias y un ahorro próximo a los 12 millones de euros que obedece «a cuestiones meramente económica y no de demanda asistencial», señalaron los responsables del sindicato mayoritario en la sanidad cordobesa.
Según el informe de Satse, de la cifra global, el Reina Sofia es el hospital más afectado por estos recortes estivales con una previsión de cierre de 272 camas a la que hay que sumar otras 56 en el hospital de Los Morales. El ahorro económico de este recorte se cifra en unos 10 millones de euros que es valorado por este sindicato como «un comportamiento cicatero que discrimina a los cordobeses con respecto al resto de ciudadanos andaluces». Junto a estos dos centros sanitarios, el sindicato asegura que en el Hospital Infanta Margarita de Cabra se cerrarán 32 camas este verano para lograr un ahorro de un millón de euros y una pérdida de 2.800 estancias hospitalarias.
A esto hay que unirle la repercusión de estos recortes en el Materno Infantil y en el Provincial. En este sentido, el responsable del área sanitaria de CC.OO, David Pinilla, señala que la previsión que maneja su sindicato es de unas 15 en el primero y cerca de 80 en el segundo que, caso de confirmarse podría elevar aún más la cifra de cierre de camas y, con ello, las quejas de usuarios y profesionales. En este sentido, Pinilla es contundente al asegurar que, en estos meses de verano, «la seguridad de los pacientes no está garantizada», tanto por los recortes, como por la cobertura de profesionales que se ha contratado para hacerse cargos de sustituciones de las vacaciones estivales.
La denuncia de los sindicatos contrasta con la versión que ofrece el SAS que asegura que la cifra de camas «en reserva» para estos tres meses de verano se sitúa en el 10%, nueve puntos por debajo de la de 2010, 19%, indicando, además, que la tendencia de los últimos veranos señala que el porcentaje medio de ocupación en los hospitales cordobeses no ha superado el 80%. En este sentido, el responsable de Satse, Manuel Cascos indica que, según sus datos, el porcentaje de cierre de este verano se eleva al 26% y que, en términos cuantitativos, supone 36 camas más que las que se cerraron en el año 2010.
Caen las sustituciones
Si el cierre de camas es preocupante, sobre todo desde el punto de vista del usuario, la caída en los contratos de sustitución para el personal médico y sanitario ha provocado que todos los sindicatos pongan el grito en el cielo contra la Administración Regional.
De esta manera, el secretario del Sindicato Médico de Córdoba, Simec, José Luis Navas, indica que «de los 750 médicos que componen los servicios de Atención Primaria de la provincia, sólo se han firmado contratos de sustitución para vacaciones para un 5%, es decir unos 35 profesionales», una cifra que el pasado año se situó justo en el doble, un 10%. «A esto hay que unirle que «no hay sustituciones para la atención especializada, como por ejemplo los odontólogos o los pedriatras», indica.
Navas señala que «esta cifra es mucho más ridícula si nos fijamos en las consultas fuera de la capital, en donde ese porcentaje no creemos que llegue al 1%», señaló Navas, que expresó su incomprensión por esta medida ya que «en estos tiempos de crisis la gente opta por destinos más cercanos, muchos de ellos en municipios de la provincia, en donde los facultativos van a tener verdaderos problemas para poder hacer frente a esta demanda».
Si complicado se presenta el verano para los médicos, en el caso de los profesionales de la enfermería no lo es menos. Manuel Cascos, responsable de Satse, cifra en un 30% el porcentaje de sustituciones contratado para cubrir las bajas por vacaciones de los profesionales de su ramo. «Nos vamos a encontrar casos como que una sola enfermera esté al cargo de 36 pacientes o que se cierren programas sanitarios como los de atención a enfermos de diabetes, hipertensión o las consultas de niño sano. Estas cifras suponen que Córdoba siga a la cola en la ratio de enfermeros por paciente en Andalucía», señala Cascos que añade que «el pasado año la tasa de contratos de sustitución se situó en un 35% y hace dos, en un 45%. A esto hay que unirle que los contratos para imprevistos han desaparecido y nada se sabe de los 25 enfermeros que se contrataron».
Aparte de los profesionales médicos y sanitarios, los recortes también afectan a otros grupos profesionales como administrativos, celadores, pinches, lavanderas...En este sentido, david Pinilla, de CC.OO y Dolores Hidalgo, de UGT, cifran «en menos de un 50%» los contratos suscritos para afrontar las sustituciones, una cifra «totalmente insuficiente que no se puede justificar con la crisis económica, ya que refleja y sigue una tendencia de los últimos años», coinciden.
Mucho más contundente es el responsable de CSIF, Antonio Poyato, que señala que este verano, «es, de lejos, el peor de los últimos años en materia de cobertura médica y sanitaria. Se van a cerrar quirófanos, apenas va a haber contrataciones de facultativos y personal y nos enfrentamos a una situación caótica y alarmante que va a tener su reflejo en servicios tan sensibles como los de Urgencias. No se puede prestar un servicio de garantías al usuario llegando a estos límites», señala el responsable de CSIF en materia sanitaria. Las consecuencias de las que advierten los sindicatos son una sobrecarga de los profesionales y un sensible aumento de los tiempos de espera y calidad de la atención para los usuarios.
Temporalidad y carencias
Por si todo esto no fuera suficientemente preocupante, los resposables sindicales consultados señalan que este verano la política de contrataciones ha cambiado «a peor» ya que «están creciendo de forma alarmante las contrataciones a tiempo parcial para ahorrar». Según José Luis Navas, de Simec, este hecho está provocando la paradoja de que «no se pueda tirar de la bolsa de trabajo porque no hay gente. A la hora de plantearse cubrir sustituciones, muchos compañeros se están yendo a otras comunidades, en donde se les ofrecen contratos por seis meses y a jornada completa».
Lo mismo ocurre en el ámbito de la enfermería, en donde Manuel Cascos reconoce que «muchos profesionales eligen irse a Castilla la Mancha y Extremadura, en donde la calidad de los contratos es mayor y, además, permite la posibilidad de ampliar su duración algo que no sucede en Andalucía».
Con todo esto, no es de extrañar que las cifras que aporta el SAS y que hablan de 118.511 jornadas de refuerzo y sustitución para este verano sean valoradas como un «mero maquillaje» de datos que no refleja ni entra de forma concreta en los verdaderos problemas y necesidades de la sanidad cordobesa.
