Firmaron un documento que les prohíbe opinar, aunque alguno se lo ha saltado
Día 19/07/2011 - 08.57h
Como si no fuera con ellos, aunque están al tanto de las informaciones en torno a su compañera Cristina Ortega Nuere, los integrantes del jurado que decidió que la Capital Europea de la Cultura en 2016 fuera San Sebastián no opinan de tan polémico asunto.
Su silencio, inquebrantable en esta ocasión, se debe a una razón legal. Y es que, según alegaron varios de los españoles designados por el Ministerio de Cultura para elegir a la Capital Cultural, cuando comenzaron el proceso firmaron un documento en el que se comprometían a no hacer públicos detalles ni valorar los aspectos relacionados con la designación, como es la posible «contaminación» de esta por parte de Ortega Nuere, quien además de ser miembro del comité participa del Consejo de Cultura del Gobierno vasco, que impulsó la candidatura de San Sebastián.
Tanto Mireia Belil, directora de la Fundación Forum Universal de las Culturas, como Javier Martín, director del Festival de Cine Europeo de Sevilla, dos de los integrantes del jurado con los que se ha puesto en contacto ABC declinaron hacer declaraciones sobre las relaciones de Nuere con el Gobierno vasco. Tampoco indicaron si el jurado era conocedor de ello.
«Son las reglas del proceso», indicó Javier Martín, quien sí matizó que se trata de un tema «complejo», pero sobre el que, insistió, no va a opinar porque no puede y porque, además, por motivos laborales sólo actuó como jurado en la primera parte de la selección.
Asimismo, evitaron valorar la supuesta ayuda de Cristina Ortega a la candidatura de San Sebastián según indican los documentos anónimos que llegaron a los ayuntamientos de Zaragoza y Córdoba.
Quien sí habló del asunto fue el ex director de la oficina de San Sebastián, Santiago Eraso, quien negó cualquier relación con Cristina Ortega o cualquier persona del jurado. Según Eraso, nunca han mantenido «relación directa» con Nuere, «no hemos cometido ninguna irregularidad». Además, restó importancia a que Cristina Ortega esté en el Consejo de Cultura Vasco, y explicó que «sólo tiene carácter honorario, no supone una vinculación oficial ni profesional con el Gobierno vasco».
