La medida duraría dos meses y afectaría a unos 450 empleados de la firma cordobesa
Día 28/07/2011 - 08.55h
La segunda reunión entre la dirección de Urende y los sindicatos para negociar el plan de viabilidad de la empresa finalizó ayer sin acuerdo, pero con novedades de cierto calado. Tras la propuesta realizada el lunes por la compañía de llevar a cabo un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectaría a 450 trabajadores y que conllevaría el cierre de 16 de sus 22 tiendas, ayer fue el turno de los representantes de la plantilla para dar a conocer su alternativa.
Los sindicatos plantearon a los responsables de la firma la posibilidad de llevar a cabo un ERE de carácter temporal. El secretario provincial de Acción Sindical de la Federación de Comercio, Turismo y Hostelería de CC.OO., Francisco Ramírez, informó de que esta suspensión temporal tendría una duración de dos meses, aunque afectaría a un número muy similar de empleados establecidos por la empresa en su propuesta inicial.
Por parte de las centrales sindicales se considera que, de esta manera, se evitaría la pérdida total del empleo y podría ser una vía muy válida para ayudar a reflotar a la compañía, que actualmente también se encuentra en periodo de negociación con sus acreedores. La deuda de Urende alcanza los 180 millones de euros.
Ramírez aseguró que la dirección de la empresa «no ve con malos ojos» la propuesta realizada por los trabajadores. Sin embargo, no será hasta hoy, cuando tenga lugar la tercera reunión de negociación del plan de viabilidad, cuando se conozca la postura definitiva de la firma en torno a este asunto.
El objetivo principal de los sindicatos es reducir en la medida de lo posible el impacto social que tendría la pérdida definitiva de un número tan elevado de puestos de trabajo.
La empresa afirmó hace algunos días que el ERE era la única vía para salvar el negocio. Sin embargo, una vez que UGT y CC.OO. han estudiados los datos económicos de Urende ambas centrales consideran que hay margen de maniobra para evitar las salidas definitivas de la compañía.
Los empleados también reclaman parte de las nóminas de junio que aún no han sido abonadas, ya que hasta el momento sólo han recibido 400 euros.




