Un buen sabor de caja

La Copa Davis ha dejado un buen sabor de boca a tabernas y restaurantes de toda la ciudad, y en especial a los de Ciudad Jardín. Los buenos datos han venido servidos en bandeja de plata; o mejor sería decir en la ensaladera de ese metal, que es el trofeo para el ganador de esta competición. La Marquesa, frente al Coso de Los Califas no daba abasto ayer a reponer sus alacenas vacías. El cansancio se les nota en la cara. «Han sido cuatro días sin parar ni a comer, pero ha valido la pena», comenta Isabel. «Quien diga que un acontecimiento así no ayuda al sector, miente», afirma rotunda esta joven que regenta el establecimiento. «Eso sí, en el esfuerzo está que hemos tenido que duplicar los empleados, llegando a quince personas, aunque casi hemos triplicado las ventas», explica.

Ninguno de los hosteleros da cifras de lo que han ganado pero sí confirman que «ha ido muy bien», sobre todo en el cinturón de Gran Vía Parque y calles aledañas a la Plaza de Toros. Entre ellos el Bar Estoril, donde han visto incrementados los desayunos más de un 30% con la Davis. Su propietario advierte que los descansos para comer eran muy cortos, y la mayoría de los asistentes a la Copa Davis optaron por quedarse dentro de las carpas o en los alrededores de la plaza. De hecho, uno de los trabajadores contratado por el Catering Mallorca encargado de la restauración dentro del Coso organizado por la Federación Mundial de Tenis comentaba a ABC que esta gran carpa contaba con más de 150 empleados, la mayoría camareros. «No parábamos, era un ir y venir constante desde horas antes de que comenzaran los partidos. Al haber pantallas por toda la carpa, podían ir siguiéndolo, con lo que había lleno absoluto», explicaba.

Algunos hosteleros como Juan Herrero del Bar Brisa en Gran Vía Parque aseguraba que «ojalá hubiera todos los meses una Copa Davis; se ha notado y mucho». Además, añadió que la gente que venía era muy «correcta y educada» y que le gustó mucho el trato que tuvo con ellos.

A medida que los restaurantes y tabernas se alejan del Coso, la percepción del evento va cambiando. Excepto en los restaurantes insignias del Casco Histórico como Bodegas Campos, El Churrasco o El Caballo Rojo. En el caso del Bar Niza en la plaza Costa Sol, su propietario Rafael García, reconoció que sí han tenido más clientes «aunque las expectativas eran mejores sobre todo de cervezas al mediodía». De hecho, otro tipo de establecimientos consultados por ABC, como uno de golosinas y frutos secos en la calle Antonio Maura, aseguraban que han vendido varios cientos de botellas de agua. Sin embargo, en El Bocadillón Don Pepone admitieron que han tenido más ventas que otros fines de semana aunque menos de las que esperaban.

Desde la patronal de hostelería de Córdoba (Hostecor), su presidente, Antonio Palacios, aseguraba a ABC que «la ciudad de Córdoba debe estar de enhorabuena». A su juicio «hemos demostrado que Córdoba es una ciudad que puede albergar cualquier tipo de evento».

Añadió que «toda la ciudad en todos los sectores se ha sentido beneficiada de esta cita deportiva, ya que han venido visitantes de todos los estratos sociales». Palacios recalcó que el éxito de la celebración del evento para la ciudad no se mide sólo en ocupación hotelera, que estuvo durante el fin de semana en el 93% en la capital,