Córdoba

Córdoba

Cajasur, el año del traje vasco

Compartir

Mañana se cumple el primer ejercicio financiero de BBK en Córdoba. Sus prudentes previsiones iniciales se han cumplido pero resta saber si su exitosa fórmula en el País Vasco cuajará en una economía en alarmantes números rojos

Día 31/12/2011

BBB

Cajasur cerrará 2011 con un beneficio estimado de unos 4 millones de euros. La cifra, no oficial, fue trasladada por el presidente de Grupo BBK, Mario Fernández, a los empleados de la extinta caja cordobesa hace unas semanas en un encuentro sin luz ni taquígrafos y con mucha carga gestual y psicológica, donde reiteró el mismo mensaje del gélido enero pasado: «Córdoba, lo primero».

El año que acaba esta noche ha sido un claro punto de inflexión en la historia del buque financiero con más peso específico en su hábitat natural de cuantos ha dado el sistema español. Un año para pasar el Rubicón donde la «paloma» ha sufrido una notable operación de saneamiento y luce plumaje nuevo. Un año de gestión con sello vizcaíno en una sociedad donde la tasa de paro llega al 34%, el techo del país y con culturas empresariales y sociales muy opuestas. Un ejercicio de mucho observar, hablar hacia dentro y cavilar en la misma calle que transitan 513 trabajadores que ya han abandonado el banco y a los que se sumarán, tras el acuerdo alcanzado hace casi un año entre BBK y los sindicatos, otros 139 a lo largo del entrante 2012.

Dicen los expertos financieros que BBK, una caja de ahorros con similitudes en algunos aspectos con Cajasur por su aferrado contacto y poder local, encontró en el camino hacia el gran proyecto de la fusión financiera del País Vasco una enorme ganga con la aparentemente destripada entidad cordobesa —tras su intervención— que le proporcionó dos cosas: una fuerte franquicia local estratégica y el suficiente volumen para liderar la «y» financiera vasca arropada por su incuestionable solvencia frente a Kutxa, Caja Vital y la colmena polític. Seis enseñas pujaron en 2010 por Cajasur, sobre todo Unicaja con el fuelle de la Junta de Andalucía. BBK se la llevó por 392 millones de euros de ayudas públicas (más 800 millones de cuotas participadas que devolvió al FROB), las más bajas de cuántas se pidieron, porque el agujero de la entidad fundada por la Iglesia podría taparse con garantías gracias al exceso de recursos propios de la entidad vasca.«Cajasur fallaba donde sabemos hacerlo mejor», le subrayó Fernández al Banco de España.

Un agujero que ahora, curiosamente, y al trascender la cifra oficiosa de las ganancias que arrojará Cajasur como banco integrado en el grupo BBK, protagoniza una de las lecturas más significativas de este primer año de la nueva «paloma». Justo hace un año, y según datos de la propia entidad difundidos por la CECA, Cajasur arrojaba unas pérdidas de 1.139 millones de euros. El dislate del sector y la prensa especializada en medio de la selvática reforma financiera. En pocos días, los directivos de la avenida Ronda de los Tejares certificarn unos beneficios que se estiman en unos 4 millones de euros. Cuatro veces más de las previsiones más optimistas que recogía BBK en un documento explicativo de su estrategia al Banco de España.

Altas provisiones

¿Cómo es posible pasar en un año de 1.139 millones de pérdidas a 4 millones de beneficio? ¿Estaba la caja mejor de lo que se señaló...? ¿Los gestores de BBK no son de este mundo...? ¿Cuál es la clave...? Fuentes de Cajasur explican que ante el «elevadísimo riesgo inmobiliario» que se contrajo en la etapa final, durante 2010 se tuvo que dotar al capítulo de pérdidas todos los activos de dudoso cobro procedentes del ladrillo. «Una vez hechas las provisiones en 2010 para cubrir la insolvencia por un valor de casi 2.700 millones de euros, en 2011 no se han tenido que hacer porque además de controlarse y frenarse ese riesgo, éste ha ido descendiendo; incluso se han vendido viviendas a precio más bajo (80 al mes de media) que han ido rebajando esa bolsa de activos tóxicos», explican las mismas.

Como puede verse en el gráfico adjunto, la evolución global de la entidad en 2011 (los últimos datos oficiales llegan a septiembre) ha seguido un claro patrón: amarrado el riesgo y la insolvencia, el 1 de enero de 2011 se inyectaron 818 millones de euros de BBK para recapitalizar Cajasur, con los ajustes importantes en personal (se aprueba un ERE con 652 bajas más las jubilaciones que han elevado casi a 800 las salidas) y gasto de administración —la previsión total en 2013 ascenderá a 80 millones de euros de ahorro—, a poco que han ido mejorando los márgenes, han llegado los beneficios, sin olvidar un retroceso en el volumen de negocio (créditos y depósitos) afectado por la crisis y también por una directriz interna que quiere primar más a las pymes.

Mientras la bajada de créditos y depósitos en el sector financiero ha sido del 4% y 5% respectivamente este año, en Cajasur la caída del préstamo roza el 4,3% y la de los depósitos el 12%. En el documento en el que BBK explicaba al órgano supervisor financiero su plan para la marca cordobesa hace un año se hablaba de una «reestructuración del balance» que pasaba por reducir la inversión crediticia, salir gradualmente del riesgo inmobiliario y mantener una evolución «conservadora del pasivo». En definitiva, para 2015 se preveía volver a la situación de partida de ambos conceptos (préstamo y ahorro).

Una «oportunidad»

«Han redimensionado la entidad, han potenciado la red comercial aunque en 2011 ha cerrado cerca de 70 oficinas, casi todas fuera de Andalucía, han aligerado unos pesados servicios centrales algo inoperativos y han intentado mantener el mercado local transmitiendo confianza con el sello BBK y su forma de gestionar», razona otro alto directivo consultado por este periódico, quien matiza que «otra cosa es, evidentemente, su etiqueta vasca».

Si se repasa la exposición de motivos dada por la caja vasca al Banco de España en ese documento de hace un año, los deberes están, prácticamente hechos. «Cajasur, en el fondo, era una oportunidad a largo plazo para ellos; una entidad infraexplotada pero con una posición local y una cartera de clientes valiosísimos», explica a ABC un experto en finanzas de la Universidad de Córdoba quien destaca que el trabajo final de los últimos gestores y los administradores del FROB, que provisionaron todo el riesgo, «hicieron el trabajo sucio».

Este análisis optimista es rebatido, no obstante, por la competencia directa de Banca Cívica-Cajasol en palabras de un responsable de zona: «No creo que se esté notando en el mercado tanto como se cree su llegada; el problema está en calibrar si el sistema de gestión que tienen en Vizcaya con un paro y una renta como la de este punto geográfico, vale en una provincia con el 34% de desempleo, una renta baja, un capital humano de baja formación y con éxodo del cualificado y un frágil y pobre sistema productivo».

La media docena de apariciones públicas de Mario Fernández —exmiembro del gobierno vasco con Carlos Garicoetxea, ejecutivo aguerrido, desafiante y lobo experimentado en el sector— en Córdoba no han dejado cabo suelto, desgranando, de forma directa e indirecta, una cuidada

  • Compartir

publicidad
Consulta toda la programación de TV programacion de TV La Guía TV

Comentarios:
Lo ?ltimo...

Copyright © ABC Periódico Electrónico S.L.U.