Rubalcaba: «Andalucía es donde el PSOE se ha esmerado más»

«Andalucía es nuestra obra». Con estas palabras quería sintetizar ayer Alfredo Pérez Rubalcaba la importancia que la comunidad autónoma, que celebrará elecciones el próximo 25 de marzo, encierra para el PSOE. El precandidato a la Secretaría General de la formación participó ayer en Córdoba en un acto con militantes y allí desglosó algunas de las líneas maestras del programa con el que aspira a hacerse con el mando del partido en el congreso que se celebra en Sevilla este fin de semana.

Los comicios, dijo, serán «muy importantes para las socialistas españoles». «Andalucía es nuestra tierra, es donde más nos hemos esmerado», dijo al hablar de la etapa de más de treinta años en las que el PSOE ha permanecido en el poder de forma ininterrumpida. A su juicio, en esta etapa, «Andalucía ha conseguido salir del subdesarrollo», y eso en gran medida se debe a la gestión socialista.

Pero hay más. Conservar la Presidencia de la Junta de Andalucía supondría un contrapeso al poder que ha acumulado el PP tras las dos últimas elecciones, de forma que la comunidad autónoma serviría para «demostrar que hay otra salida a la crisis» distinta a las «políticas de la derecha», que según él suponen recortes sin estimular el crecimiento, y por lo tanto traen de la mano más desempleo.

Elogió las políticas llevadas a cabo por los gobiernos de Manuel Chaves y José Antonio Griñán, y que según él han sido un compendio de los ideales socialistas: educación, sanidad, investigación y desarrollo. «Incluso en la crisis ha demostrado que se pueden llevar a cabo políticas austeras sin por eso perder derechos sociales», afirmó Alfredo Pérez Rubalcaba en una intervención donde tuvo más perlas para el Partido Popular que para su contrincante en el próximo congreso socialista, Carme Chacón.

Aunque criticó las políticas de Mariano Rajoy, no se olvidó de Javier Arenas, al que tildó de «inconsistente» frente a la «solvencia» que según él atesora el ahora presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán.

Entre las casi doscientas personas que acudieron ayer al hotel Córdoba Center había tanto militantes anónimos como dirigentes y altos cargos de muy distintas opiniones. Así, junto al secretario provincial, Juan Pablo Durán, estaba el ex delegado de Cultura Joaquín Dobladez. En primera fila se sentaba la ex ministra Rosa Aguilar y algo más atrás el anterior delegado de la Junta, Antonio Márquez.

Cita trascendental

Rubalcaba resumió su programa en «cambio y unidad», y a la hora de hablar de sus ideas a los presentes dejó caer que es partidario de la idea de que el partido tenga «un discurso y una voz única en toda España», algo que no se ha dado cuando los socialistas catalanes —a los que pertenece su contrincante— han actuado de forma demasiado independiente. No en vano, aseguró que el PSOE se había comportado como motor de unidad para la nación cuando había problemas y dejó entrever su apuesta por una cierta reformulación autonómica que permita algunos correcciones. Así, defendió la idea de recuperar «la igualdad de los españoles ante los servicios sociales básicos».

Todo con la vista puesta en un congreso que será, según él, uno de los tres más importantes en la historia reciente del partido, después del de 1979, «en el que dejó de ser una izquierda estética para asaltar al Gobierno», y del de 2000, en que ganó José Luis Rodríguez Zapatero, «y consiguió unir al partido en torno a un programa y a unas ideas».