Como todo en esta vida, las cosas tienen una doble visión. Y, en opinión de los hosteleros cordobeses, sin restarle méritos a lo ya conseguido, no deja de ser una mera «gota en el mar». Antonio Palacios, presidente de Hostecor, reconoció que, en efecto, las propuestas de ocio nocturno son útiles para atraer a un público que, a la postre, se queda a dormir, pero sumando todas las propuestas «no suponen más del 3% de la oferta hotelera que tenemos».
Además, Palacios es consciente de que, sin ir más lejos, las visitas a la Mezquita-Catedral por la noche no sobrepasarán de las 200 diarias por su limitación —muchas de ellas de cordobeses—, y «sólo podríamos hablar de un efecto significativo en las pernoctaciones si se dejara entrar a 2.000 o 3.000 personas» dentro del monumento. «Somos conscientes de que iniciativas como la de la Fundación Cajasur en el Palacio de Viana es para quitarse el sobrero y que el «Alma de Córdoba» era algo que veníamos buscando desde hacía años, pero necesitamos mucho más que eso para conseguir que Córdoba se consolide como destino turístico de primera magnitud».
Falta de equipamientos
Por el momento, la ciudad mira a la Primera División del ranking turístico desde una posición de inferioridad debido a las carencias en equipamientos que todavía tiene. Es el caso, según los hosteleros, de la falta de un aeropuerto de mayor peso específico, un centro de congresos —o como se le denomina ahora, un centro de convenciones y exposiciones— y un recinto ferial suficiente para albergar ferias comerciales de mayor envergadura.
Pero quedarse en la simple queja, además de inútil, podría denotar cierta lasitud mental que podría interpretarse como que los cordobeses son unos vagos quejumbrosos, y nada más lejos de la realidad. «Contamos con elementos más que suficientes para sacar las castañas del fuego en esta situación y para que también durante el resto la semana las pernoctaciones vayan en aumento», reflexionó Antonio Palacios.
Y uno de esos elementos permanece desde hace siglos en la falta de la Sierra. «Tendríamos que conseguir que Medina Azahara se abriera por la noche, porque ahí sí que estaríamos hablando de miles de visitantes más». Para Palacios, la exposición de los Omeyas demostró que «estamos tan preparados para grandes eventos culturales como demostramos estar para eventos deportivos», en alusión a la semifinal de la Davis. Sin embargo, como aquella muestra, «que supuso un antes y un después en nuestro turismo», no se ha vuelto a repetir nada en la ciudad, y «Medina Azahara tendría que contar con una exposición permanente de ese tipo que poder contemplar también tras la caída del sol para sacarle todo su jugo».
Otro elemento sobre el que preguntan «mucho» en los hoteles los turistas es el Arqueológico. «Pienso que sería otro foco de atracción del turista nocturno de primer orden que permitiría un incremento interesante de pernoctaciones», expuso.
