«Tres lenguas, tres culturas, un arte… Córdoba». Este es el lema de un grupo de pintores internacionales que han decidido afincarse durante quince días en el Castillo de Mogábar, una finca entre las localidades de Torrecampo y Conquista, que está asistiendo a una explosión de arte y donde quince artistas plásticos (5 españoles, 4 japoneses y 6 estadounidenses) están dibujando lo mejor de la cultura de Córdoba y de su provincia. Una unión que no es la primera vez que llega a Córdoba y que llevará las tradiciones y costumbres de esta tierra por todo el mundo en forma de lienzos y trazados.
«Esta experiencia no es la primera vez que se hace; ya se han organizado otras reuniones como esta antes en otros lugares del mundo», explica Irene Prada, una de las pintoras españolas que forma parte de este proyecto. «Hemos estado antes en España, en otros lugares como Betanzos o La Granja. Pero esta ha sido la primera vez que he podido pintar la dehesa. Nunca había visto este paisaje», asegura Mary Challiner, una de las mejores retratistas de Estados Unidos.
Un grupo de artistas que ha buscado en Los Pedroches un retiro dorado donde dar rienda suelta a sus musas. No paran de captar imágenes, tomar apuntes y de dibujar trazados en sus blocs, a la vez que degustan el jamón que Ibesa ha preparado para ellos, y del que están sacando bocetos mientras lo cortan y sirven. Dibujan uno de los manjares de la tierra e intercambian opiniones sobre aromas, colores y sabores, siempre en inglés, que es el idioma oficial del grupo.
Catedral y toros
El proyecto les ha llevado a conocer lo mejor de Córdoba y su provincia. «Hemos estado por toda la provincia y hemos visitado la capital. Hemos podido pintar los olivares del sur de la provincia. También estuvimos en los patios haciendo bocetos y tomando apuntes», recuerda Irene Prada, que conoce la cultura cordobesa y que es anfitriona: «En la capital, estuvimos en el Palacio de Viana, donde pintamos los patios, y en la Catedral, donde no paramos de tomar notas y de hacer bocetos».
Nada se ha librado del carboncillo, la acuarela, la pluma o el rotulador de este grupo de pintores. Sensaciones, colores, luces… Allá por donde pasaron ha dejado una cuartilla o la hoja de un bloc con trazados que acabarán siendo una obra de arte. «Estuvimos en la romería de la Virgen de Luna de Villanueva de Córdoba y pudimos sentir el fervor, la devoción y disfrutar del colorido», abunda Prada, que explica que este grupo de artistas asistió también a los toros y presenció una corrida de rejoneo. «Goya, Picasso, los grandes artistas pintaron esta tradición y nosotros pudimos sentirla», afirmó Steve Scusner, profesor de la Corcoran College of Art and Design de Washington y principal promotor del proyecto. «Es un arte, todo lo que conlleva el espectáculo de los toros es una forma de arte», matiza Mary Challiner.
Después de la estancia, este grupo de pintores se marchará cargado de notas y de bocetos. «Después hay que madurar las ideas y los bocetos para crear las obras que serán las que se expongan. Lo que hacemos es recopilar información y guardar las sensaciones que vamos teniendo, para luego, durante un año, madurar las obras y terminarlas», asegura Irene Prada.
«Después de ese año de creación las obras serán expuestas en diferentes lugares por todo el mundo», dice Prada. Las obras retratarán las costumbres de Córdoba desde su historia a su gastronomía, pasando por sus fiestas más tradicionales o los paisajes que conforman la planimetría de una tierra, que Irene Prada, define como mágica. «Las obras se expondrán en Madrid, Córdoba, Washington, Japón y estamos cerrando Roma», sentencia la pintora.
