A las 13.00 horas, como estaba anunciado, los establecimientos de la Calle Mayor y de todas las calles aledañas echaron el cierre para concentrarse, en señal de protesta, ante la puerta del Consistorio de Pozoblanco por los efectos negativos que está teniendo la peatonalización de esta vía en sus negocios. «El cierre ha sido seguido por el 90 por ciento de los comerciantes de la calle Mayor y de la zona centro de Pozoblanco, en total en la zona tenemos unos 210 establecimientos», aseguró el portavoz de la plataforma de comerciantes Calle Mayor, Antonio Molina, que entregó uno de los escritos registrados ayer. Y no fue el único. Más de un centenar de personas hicieron cola para registrar su queja.
Ante la puerta del Ayuntamiento, vecinos y comerciantes recibieron el escrito que iban a presentar pidiendo la reapertura de la calle Mayor al tráfico, ya que el corte a la circulación ha hecho que bajen las ventas, que el número de transeúntes haya descendido, que los clientes tengan dificultades para acceder a sus negocios y que peligren los puestos de trabajo de las personas que trabajan en estos comercios. Y no sólo hubo escritos presentados por los comerciantes, sino que también se creó un documento modelo para todos aquellos ciudadanos que quisieron sumarse a la protesta.
La cola rebasó las instalaciones municipales y continuó en la calle. Vecinos y comerciantes, uno por uno, presentaron su queja antes de marcharse para reabrir sus negocios en horario de tarde. Pero esto no será una queja aislada, ya que los comerciantes cerrarán todos los días de esta semana de 13.00 a 14.00 horas para repetir la misma operación. «Los escritos se irán endureciendo conforme se prolongue el silencio», aseguró Molina cuando presentó el calendario de actuación la semana pasada.
El lunes, y coincidiendo con el Pleno de Pozoblanco, los comerciantes convocarán una concentración pacífica en contra del corte al tráfico de la Calle Mayor en la que se pretende tener el apoyo de los habitantes de la localidad.




