Día 25/07/2010 - 09.42h
También en la BBK hay de tiempo una filosofía parecida a la base triunfal de Cajasur: las cartillas de ahorro, las familias enteras, las pensiones y la cercanía. Lo que ocurre es que una caja de una provincia como la vizcaína tiene el fuelle suficiente para ser la séptima entidad de todo un sistema nacional financiero. Esa filosofía, es la que atrae a los directivos vascos de Cajasur y la que quieren mantener a toda costa. Pero si hay algo que también les preocupa sobremanera es el posible ambiente hostil o sentimiento «antivasco» que pueda surgir. En ello están y pronto lo han intentado demostrar con una campaña publicitaria que deja a las claras sus intenciones.
Ellos son conscientes de cuáles son algunas de sus señas de procedencia y vinculaciones, pero apelan al profesionalismo y la gestión: Deusto —el presidente dio clases allí—, BBVA como escuela de gestión y el PNV, por su poder local y sus lazos con algunos cargos que formaron parte del gobierno vasco en su día.