Sólo en los últimos once meses, Monturque ha sufrido cuatro inundaciones de gran calado por culpa de las crecidas del arroyo Hondo, que mantienen a los vecinos con el corazón en un puño cada vez que caen algunas gotas. El pasado lunes, volvió a ocurrir, y el alcalde, Pablo Saravia (PP), se lamentó de que la Agencia Andaluza del Agua «ni hace caso a nuestras peticiones ni nos agiliza la posibilidad de que seamos nosotros quienes llevemos a cabo una sencilla actuación para evitar árboles y ramas que el cauce arrastra cuando va crecido».
Álamos caídos
Así, en junio pasado, el alcalde del PP visitó la parte alta del arroyo y «vimos que había un montón de álamos caídos, algunos de hasta nueve metros, que el pasado lunes aparecieron atascados en el puente de Los Faroles, en la N-331». Durante esa visita se decidió solicitar de nuevo a la Agencia esa actuación consistente en una especie de plataforma con dientes en la parte baja del pueblo que sirvieran para peinar de residuos el cauce, «pero no nos responde, presumiblemente por falta de presupuesto», así que el Ayuntamiento ha decidido tomar el toro por los cuernos y pedir permiso a la Administración para hacer él mismo las obras. «El problema, también, es que la Agencia pone muchas trabas administrativas para cualquier actuación en arroyos por parte de los ayuntamientos, así que actúan como el perro del hortelano: ni trabajando ni dejando trabajar», afirmó.
Al mismo tiempo, Saravia consideró necesario que Carreteras también actúe en la boca del puente, que apenas tiene un metro de ancho, con lo que provoca rebalsas de hasta dos metros de altura cuando se atasca, «poniendo 80 centímetros más de profundidad y dos metros más de ancho».
El caso contrario se ha dado en Bujalance. Precisamente, las actuaciones de la Agencia, consistentes en la ubicación de dos grandes colectores de evacuación de aguas fluviales, con un presupuesto de unos cuatro millones de euros, «han evitado que los daños hubieran sido infinitamente superiores y que seguro hubiera habido algún muerto más», según el regidor socialista, Rafael Cañete.
De hecho, la última de las cuatro fases de esas obras, iniciadas por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, se terminó de hacer «hace apenas unos meses». Igualmente, la muy inundable A-309 también tuvo una obra de alzamiento de la calzada.
