Disfrutar del séptimo arte es uno de los mayores placeres para muchos cordobeses, pero cada vez es necesario rascarse más el bolsillo para ver a las grandes estrellas en la gran pantalla. Un estudio realizado por la Federación de Consumidores y Usuarios en Acción (Facua) pone de manifiesto que el precio de las entradas de los cines que se mantienen abiertos en Córdoba se ha incrementado un 48,4 por ciento en los últimos tres años.
Actualmente, ir a una de estas de estas salas para ver una película en día laborable cuesta en la ciudad una media de 6,13 euros, exactamente dos euros más que en 2007. Si la comparación se realiza con las tarifas existentes el año pasado los resultados también son reveladores. En 2009 la entrada costaba de media 5,65 euros, con lo que en tan sólo 12 meses disfrutar de una película se ha encarecido un 8,5 por ciento.
Esta subida se encuentra por encima de la registrada en el conjunto del país, que fue del 7 por ciento. Hay que recordar que el Índice de Precios de Consumo (IPC), el valor que se toma como referencia para calcular el aumento de los salarios, experimentó en 2009 un escuálido crecimiento del 0,8 por ciento, diez veces menos que el aumento de los precios de los cines
No obstante, los cordobeses son, en cierto modo afortunados, ya que el coste de las entradas en las salas de exhibición de la capital están por debajo de la media española (6,35 euros). Los datos no son tan positivos si el análisis se circunscribe al ámbito autonómico, ya que, en ese caso, Córdoba se sitúa como la tercera capital de provincia andaluza con los precios más elevados, sólo por detrás de Sevilla y Málaga.
Películas en 3D
El estudio de Facua también hace un repaso del coste de las entradas para aquellas películas que pueden verse en 3D. Para disfrutar de esta tecnología, para la que sólo están preparadas para su exhibición algunas cintas, los cordobeses tienen que desembolsar en día laborable y durante los fines de semana 9,10 euros. Esta cuantía, que supera en un 48,4 por ciento al precio de una entrada para ver un filme sin estos avances en la imagen, se ha incrementado un 8,4 por ciento en el último año.
Las cifras indican que los cordobeses no están dispuestos a asumir tantos costes. Los empresarios de las salas de proyección no dejan de quejarse del continuo descenso del número de personas que acuden a los cines. Junto al encarecimiento de las entradas, otros expertos señalan a la piratería a través de Internet y a una caída de la calidad media de las películas que llegan a la cartelera como otras causas del mal momento por el que atraviesa en líneas generales el sector del celuloide. En el caso de Córdoba, el cierre de salas ha sido una constante en los últimos años. El último de ellos se produjo en 2008, cuando los cines Isabel La Católica bajaron la persiana definitivamente. Empresas señeras del sector, como la cordobesa Cinesur, también está sufriendo los envites de esta crisis.
Facua aprovechó la presentación de este informe para denunciar la imposición ilegal que establecen muchos cines de entrar en las salas exclusivamente con bebidas o alimentos adquiridos en el interior de sus recintos, cuyos precios llegan a ser, en el caso de los refrescos, hasta cinco veces más caros que en otros establecimientos.




