Muchos de los hosteleros que tuvieron que adaptar sus locales a la normativa antitabaco de 2006 «se dejaron los euros para nada», denunció el vicepresidente de Hostecor, Alberto Rosales.
El representante de la asociación quiso recordar que al futuro nada esperanzador que les espera a los empresarios del sector se suman las pérdidas que sufrieron la mitad de los restaurantes de la provincia, unos 400, que hace cuatro años se vieron obligados a hacer reformas en sus establecimientos para habilitar zonas de fumadores. Además, otros 300 de más de 100 metros también implantaron apartados para los clientes que quisieran echar un pitillo.
Según aquel documento legal, los locales de menos de 100 metros cuadrados tuvieron que decidir si permitían o no el uso de la sustancia. Sin embargo, los de más metros que optaron por no vetar los cigarrillos se vieron obligados a adaptar zonas de fumadores, físicamente separadas y que no superasen el 30% de la superficie total del local o los 300 metros cuadrados.
Ahora, tendrán que dejar todo el local libre de humos y, de momento, la Administración todavía no ha dejado claro si los compensará o no fiscalmente o con ayudas. «El coste de esas adaptaciones estuvo entre 30.000 y 50.000 euros. ¿Qué pasará ahora con estos hosteleros?», se preguntó el vicepresidente de Hostecor.
Además, las pérdidas no se pueden computar, aseguran desde la patronal, porque además de lo invertido en las obras hay que tener en cuenta que dividir los espacios reduce el aforo, que en ocasiones han tenido que contratar a otro camarero, que las zonas para no fumadores en ocasiones permanecen vacías o que han variado sus sistemas de calefacción y refrigeración, entre otras medidas.
Entre los «damnificados» por la ley, se encuentra Casa Pepe de la Judería. Desde este establecimiento manifestaron sentir mucha «rabia» después de haber hecho un «importante gasto en extractores de humo» que, a partir del 2 de enero, «no servirán para nada».
Amortizar el gasto
«En casi todos los restaurantes con solera, como El Churrasco o Bodegas Campos, tuvieron que adaptarse; y ahora, ¿cómo se amortizan las inversiones hechas?, indicaron desde el restaurante Puerta Sevilla, que también se vio obligado a realizar cambios para esquivar una sanción.
La mayoría de los hosteleros afectados piden, ya no que se les compense, pero que, al menos, se respete su situación actual o se establezca un periodo de carencia.
