«Venimos con las mismas expectativas, las mismas ganas y los mismos ánimos que la primera vez, y con un proyecto importante que tiene la idea de subir al Córdoba en tres años», así resumía Víctor de Aldama el objetivo con el que Grupo Signum Inversiones llega al Córdoba CF.
El empresario madrileño, lejos de presentar un proyecto propio, sostuvo que «nuestra idea es hacer una transición muy apaciguada, no es el momento de hacer cambios», así que ratificó en sus cargos a Lucas Alcaraz y Javier Zubillaga.
Anunció movimientos para el mercado invernal. «Estamos negociando con un par de jugadores y espero que la semana que viene podamos dar sus nombres», avanzó. Antes tendrá que resolver el tema Agus. El Madrid denunció el impago de su fichaje. El Córdoba no puede firmar si no llega a un acuerdo o paga. «Acabamos de firmar, todas esas gestiones se harán en unos días, no creo que tengamos problemas con el Real Madrid», aseveró.
Alguna novedad más se espera en la cúpula. El nuevo dueño de la entidad reconoció que quiere que el presidente «sea de Córdoba» y que está «negociando con dos empresarios relevantes de la ciudad», con un perfil que no tiene vinculación «ni con la política ni con la gestión deportiva hasta ahora». Respecto a la composición del nuevo Consejo de Administración apuntó que «es algo que vamos a hablar con la actual directiva, porque queremos que sea lo mejor para las dos partes».
De Aldama confirmó que viene con un empresario español «que es José María Elizalde, que iba de vicepresidente en la candidatura de Villalonga a la Euroliga de baloncesto» y también «con Isidro Romero Carbo, que ha sido presidente del Barcelona de Guayaquil (Ecuador) y que es conocido en todo el mundo» (perfiles de ambos en la página siguiente).
De Aldama, quien aseguró en enero de 2009 que «no me volveré a sentar a negociar con José Romero» cuando se frustró su anterior intento de compra y atacó a Campanero «como el dirigente que más dinero ha despilfarrado de España», ayer sólo afirmaba que «agradecemos a Prasa y al Córdoba las facilidades que nos han dado para la adquisición del paquete accionarial».
De Aldama admitió que lo primero que hará será pagar los 2,7 millones de euros para restablecer el equilibrio patrimonial de la SAD. «Hoy se ha pedido la autorización al Consejo Superior de Deportes para la venta, y esa deuda se cubrirá en cuanto el CSD apruebe el cambio de accionariado», puntualizó. No queda otra. El club se tenía que vender antes del 18 de enero para evitar la causa de disolución, ya que, de no hacerlo, los consejeros podrían incurrir en responsabilidad personal por no solicitar la disolución de la entidad.
También habló de las infraestructuras del club. ¿Qué pasará con la Ciudad Deportiva? «Hablaremos con el Ayuntamiento para poder desarrollarlo», admitió.
La afición, en contra
De Aldama espera «una respuesta buena» del cordobesismo a su llegada al club, porque «vamos a hacer un esfuerzo por algo que es bueno para la ciudad», aunque sabe que «luego todo puede cambiar». Y tanto.
La afición del Córdoba, a través de Internet y las distintas redes sociales (twitter, facebook, etc), mostró un rechazo absoluto a la venta. Incluso, en algún foro, se proponían protestas por la venta en el partido ante el Girona o enviar una carta al CSD que evite la autorización. Así está el patio.