A Federico Vico Villegas (Córdoba, 4 de julio de 1994) no le dio tiempo a saborear su debut con el Córdoba. Pocas horas después, tomó rumbo a Madrid para concentrarse con el equipo nacional sub 17 en Las Rozas. El nuevo estandarte de la cantera ha iniciado el despegue.
—¿Se ha empezado a creer que debutó con el primer equipo?
—Con el paso de las horas o leyendo el periódico, me lo voy creyendo algo más cuando he salido de la cama. De todos modos, no veo que hiciera algo muy distinto a lo del resto de fines de semana. Al fin y al cabo, salí a disputar un partido de fútbol.
—¿Se le ha colapsado el teléfono de mensajes?
—La verdad es que fue increíble. También me llegaron muchos por el «tuenti». Creo que lo reventé, porque fueron casi tantos como cuando me llamaron por primera vez por la elección española.
—Y esto sólo es el principio.
—Es evidente, me falta mucho por hacer. Desde luego, todo lo que ves parece distinto a lo que te has encontrado hasta la fecha.
—¿Va el balón más rápido?
—Eso no se puede negar. Es lógico. No es lo mismo un partido de juveniles que uno profesional.
—¿Es verdad que cuando un jugador promociona acusa más el cansancio aunque juegue menos?
—Es algo que nunca me he parado a comprobarlo. No noté demasiadas diferencias en cuanto al esfuerzo físico. Ta vez, es cierto que el desgaste interior fue mayor al de otras ocasiones.
—¿Se lo esperaba?
—Ya me sorprendió el hecho de que me llamaran para entrenar. Fue una decisión que tomaron desde arriba y sólo puedo estar agradecido. De todos modos, la cantera del Córdoba sigue dando pasos al frente. Cada vez somos más. Y eso es toda una señal.
—¿Diseñó en su mente cómo le habría gustado el debut?
—Sinceramente, pensaba que no iba a jugar. Eso sí, no significa que no estuviera preparado por si llegaba el momento. Desde luego, sólo puedo estar agradecido a Lucas Alcaraz por confiar en mí. Él fue el artífice de mi debut e intenté hacerlo de la mejor manera posible.
—Dio la sensación de que no le pasaron muchos balones.
—Puede que en algunas situaciones me encontrara solo. En ese caso, el que lleva el balón es el que debe decidir qué hacer en ese momento, y, simplemente, tomaron otra opción.
—Y pudo hacer el gol de la victoria.
—Lo que más me preocupaba era terminar la jugada para evitar un contragolpe. Se me fue alta. Si llega a entrar, me habría desmayado
—Y ahora con la selección. ¿Le va a ayudar el debut?
—Currículo es. Ahora, todos somos iguales ante Ginés Menéndez y, por supuesto, que me gustaría asentarme aquí.
—Se va tres días. ¿Se apunta para enfrentarse al Salamanca?
Si el míster quiere, pido turno desde ya para ese partido.
