Dos meses de malos humos

Los dos meses que lleva de andadura la Ley Antitabaco ha derivado en no pocas polémicas y diatribas públicas acerca de su cumplimiento y de sus inconvenientes. ABC resume cuáles han sido los principales.

Hosteleros en pie de guerra

La patronal de la hostelería (Hostecor) maneja datos francamente preocupantes sobre el perjuicio que la Ley Antitabaco está infringiendo a los negocios de restauración de la ciudad. Así, una encuesta realizada por Hostecor entre el 40 por ciento de sus asociados, con una muestra de unas 200 tabernas, restaurantes y bares de Córdoba, concluyó cuando se cumplió un mes de la entrada en vigor de la norma que el 98% de estos hosteleros experimentó una disminución de clientes. El 90% de los hosteleros aseguraron que los fumadores se habían habituado a salir a la calle a fumarse un pitillo, aunque el 80% sí se ha quejado de la ley. En cuanto a pérdidas, un 80% los cuantificó en torno a 200 y 800 euros diarios mientras que un 10 por ciento aseguró perder más de 600 al día.

Más veladores

La salida que ha encontrado el sector de la hostelería para salvar los males de la ley es volcarse con los veladores, que se han potenciado en la mayoría de los establecimientos pero que también han generado algunos problemas de convivencia con los vecinos de los pisos superiores, que se quejan de que el ruido que les llega a sus casas es mayor. Urbanismo, empero, ha sido receptivo a las propuestas de los hosteleros para aminorar el coste de la tasa de veladores para que de ese modo se puedan colocar más a un coste asequible y, al tiempo, se facilite la instalación de mesas altas en la parte exterior de los negocios para que los clientes fumadores puedan satisfacer su hábito pernicioso.

El dilema de la Feria

¿Se podrá fumar o no en las casetas del recinto de El Arenal? Ésa es una de las preguntas que traen de cabeza a los responsables de las casetas, que temen que la prohibición del hábito tabáquico merme los ingresos de quienes salvan la temporada montando una barra en las carpas de la celebración de Nuestra Señora de la Salud. La respuesta del Ayuntamiento no ha sido contundente por el momento, pero parece claro que no se podrá fumar en las casetas que estén cerradas con cuatro paredes. «La Feria no es una excepción para el cumplimiento de la Ley Antitabaco», suscribe el Consistorio, que no obstante ha encargado un informe a sus servicios jurídicos sobre este tema. La Asociación de Casetas Tradicionales, por su parte, demanda que sus recintos sean considerados privados, como ellos demandan desde hace años; con esta catalogación sí se podría fumar.

Cerrazón en Cabra

La cervecería La Espumita de Cabra, cuyo propietario es Rafael León, consiguió sus veinte minutos de fama al declarase insumisa ante la nueva Ley Antitabaco a los pocos días de que saltara la noticia de que un asador de Marbella llamado Guadalmina había tomado esa decisión. El cierre de este establecimiento malagueño por orden judicial hace unas semanas hizo que Rafael León diera marcha atrás, que anunció que no permitiría que sus clientes encendieran pitillos en el local pero sólo si la Junta iniciaba un expediente en su contra que implicara el cierre del establecimiento. Como tal hecho ocurrió, el hostelero claudicó a mediados de este mes. «Hemos decidido acatar la ley, no por miedo, sino porque no nos podemos permitir el cierre de nuestro negocio», explicó León. Durante el mes que se declaró insumiso, el establecimiento, que colocó carteles animando a los clientes a desobedecer la ley, recibió 12 inspecciones sanitarias. León ha organizado protestas ante Salud.