La oposición dice que no apoyará el último tijeretazo y el Gobierno avanza que, sin este ajuste, el país tendrá que ser rescatado
Día 17/03/2011 - 09.11h
El ministro portugués de Economía, Fernando Teixeira dos Santos, advirtió ayer en el Parlamento luso que si no salen adelante los nuevos ajustes prespuestarios anunciados por el Primer Ministro, José Sócrates, la semana pasada en Bruselas «se empujará al país a la ayuda externa de manera inevitable», según la agencia de noticias lusa.
Estas declaraciones se producían por las dificultades que tiene el Gobierno del socialista José Sócrates, que se encuentra en minoría, para sacar adelante la reforma del Pacto de Estabilidad. Los argumentos del Gobierno portugués son que si la oposición rechaza el nuevo ajuste en el fondo está poniendo en entredicho la propia adhesión de Portugal a al Eurozona. El nuevo ajuste incluye bajadas de suelo para los funcionarios y aumentos de impuestos.
En medio del rifirrafe político la agencia de calificación financiera Moody's ha rebajadao dos escalones la nota de Portugal, desde A1 a A3 y con perspectiva negativa. Los argumentos de esta decisión de Moody's, según la propia agencia, son las débiles perspectivas de crecimiento y productividad del país en el corto y medio plazo, así como los riesgos derivados de la puesta en marcha de un nuevo plan de consolidación fiscal, a lo que se ha unido el aumento del coste de la colocación de la deuda portuguesa. El Tesoro luso colocó bonos a 12 meses a un tipo de interés del 4,3%, frente al 4% de la última subasta con una demanda de 2,2 veces la oferta frente a las 3 veces de la ocasión anterior.
Así las cosas desde la Comisión Europea se volvió a insistir ayer en que es «fundamental» que el Parlamento portugués apruebe el nuevo plan de ajuste anunciado por Sócrates ya que un rechazo supondría un «aumento del riesgo y de la incertidumbre sobre las finanzas públicas del conjunto del país». Los gobiernos de Portugal y del resto de países europeos con tensiones presupuestarias ultiman los detalles de las nuevas reformas que presentarán al resto de socios en la Cumbre de Primavera del 24 y 25 de marzo, dentro del Pacto por el Euro.
