Tras el boom de las webs cofrades, las redes sociales centran la atención de las hermandades que ven en Internet una herramienta fácilmente manejable y barata para darse a conocer allende su entorno más próximo o para mantener contacto fluido con sus hermanos. Tuenti y Facebook acogen páginas y perfiles de una veintena de corporaciones de la capital en las que, con más o menos detalle, se da cuenta de la actualidad de cada una de ellas y se acopian noticias, fotografías y vídeos que sirven para el deleite de los cofrades a lo largo de todo el año.
La Universitaria, Jesús Caído, la Estrella, la Expiración, el Calvario, Merced, Esperanza, Descendimiento, Buen Suceso, Pasión, Paz o Caridad son algunas de las que disponen de perfil en Tuenti y Facebook, donde también aparecen otras cofradías como el Perdón, la Oración en el Huerto o grupos jóvenes y de costaleros.
Aunque la presencia de las hermandades de manera oficial es escasa en las redes sociales todavía, quienes ya se sirven de ellas alaban las virtudes de éstas frente a las páginas webs que igualmente mantienen y con las que están enlazados sus perfiles. La hermandad de la Estrella lo activó en Facebook a finales del año pasado y en él aparece la historia de la cofradía, dirección postal y electrónica y el horario de apertura de su sede social, además de fotografías, vídeos y noticias en el muro. Básicamente lo que ya permite ver a quien visite su página web, aunque con una diferencia que explica Jesús Rodríguez, hermano mayor de la cofradía.
«La información es casi instantánea», indica, dado que quienes tienen cuenta en las redes sociales suelen consultarlas una o varias veces al día, cosa que no ocurre con las webs, por lo que es más fácil hacerles llegar las convocatorias para los actos que organice la hermandad mediante eventos o incluso informarles si se desconvocan sólo con escribir en el tablón, lo que las hace más cómodas que el correo electrónico y más baratas que los mensajes por móvil.
Esta fluidez es la que también permite en el Caído a un centenar de hermanos que viven fuera de Córdoba mantener mediante Internet contacto diario con su cofradía. Según explica el hermano mayor del Caído, Rafael Madueño, además de esta ventaja, la red social tiene otras pues la hermandad puede acercarse a la juventud que mayoritariamente la utiliza y crear con todo el que la visita un grupo de opinión y de intercambio de conocimientos que, por las características propias de estas plataformas y el uso que se hace de ellas, se realiza a cara descubierta.
La posibilidad de regular la privacidad de la página por parte de quien la administra garantiza un mayor control sobre quién participa del grupo como el que establecen las hermandades de la Expiración y el Perdón, a cuyos contenidos se accede previa petición de permiso al contrario de lo que ocurre en otros casos en los que es público el perfil. En el caso de la hermandad de San Pablo, está prohibido escribir en el muro, con lo que se evitan comentarios inapropiados.
Si esto es importante para la buena salud de la red, no menos lo es conocer quién se ocupa de ella.
José Carlos Rodríguez forma parte del grupo de comunicación de la Estrella que administra los contenidos de su web, así como los de Twitter y Facebook, donde a diario han publicado en las últimas semanas recordatorios sobre el reparto de papeletas de sitio y sobre los cultos. Según explica, «todo lo que se sube está muy cuidado» puesto que es un sitio oficial de la cofradía y por tanto influye en su imagen. De ahí que eviten cualquier tipo de adscripción o enlace a páginas y sitios que no se ajusten a las preferencias e identidad de la hermandad o puedan crear polémica y restar seriedad a su perfil, como ocurre en algunos de los que existen en Tuenti.
La presencia de hermandades, grupos de costaleros y especialmente grupos jóvenes en esa red social, cuyos usuarios suelen ser adolescentes en su mayoría, es superior que en Facebook. En algunos casos es la propia cofradía quien dirige los contenidos de la página o el perfil, aunque no siempre. De ahí que en algunas se recomienden páginas alejadas de los principios o intereses de una hermandad y que sólo responden al interés de quien dirige el espacio con el nombre de su cofradía aunque como algo particular.
El número de usuarios o «amigos» de las hermandades en esta red es también habitualmente mayor que en Facebook, lo que bien utilizado supone una herramienta única para las cofradías a la hora de promocionarse y convocar a la sociedad.
