Con motivo de la celebración ayer del día de San Juan de Ávila, el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, tuvo una apretada agenda en Montilla. Comenzó a las 18.30 horas bendiciendo el nuevo santuario diocesano dedicado al santo en la iglesia jesuita de la Encarnación. En torno a las 20.00 horas se expusieron a veneración las reliquias de San Juan de Ávila, en el transcurso de la solemne misa que ofició el propio obispo, para finalizar inaugurando como calle San Juan de Ávila la que, hasta ayer, se denominaba Beato Juan de Ávila, junto al mercado de abastos.
El obispo definió como «un sueño que se ha convertido en realidad muy pronto» las nuevas instalaciones y valoró muy positivamente el trabajo de los tres sacerdotes montillanos encargados de su custodia. El rector del santuario, José Almedina, recordó que ahora dispone de biblioteca, dos pisos, «de los que el de arriba cuenta con seis habitaciones que pueden ser dobles», y un oratorio. Se acogerá a peregrinos y será un sitio «donde se profundice en la doctrina y el espíritu de San Juan de Ávila». El obispo consideró «muy bonito y muy grande» que la comunidad religiosa ya pueda venerar unas reliquias ausentes durante más de un siglo.
En 1894, el entonces obispo de la diócesis cordobesa, monseñor Espinosa de los Monteros, respondió a un requerimiento de la Santa Sede para extraer las reliquias del sepulcro de San Juan de Ávila y llevarlas a Roma. «Pero, una vez terminados los distintos procesos de beatificación, canonización y doctorado, se consideró prudente, y por otra parte lógico, devolver las que no se han usado al obispado de Córdoba», indicó monseñor Fernández.