Un hombre de unos 39 años de edad, y que responde a las iniciales de R.R.L., falleció ayer tarde tras precipitarse al vació por el tajo del río Bailón, situado a escasos metros de la entrada a la localidad de Zuheros. El hombre era vecino de Puente Genil y se había desplazado junto a otra persona hasta Zuheros para practicar senderismo y tomar fotografías de la zona, lo que motivó que subiera hasta la parte superior del precipicio cayendo desde una altura de 20 metros como consecuencia de un resbalón.
Nada más producirse el accidente —en torno a las 14.50 horas— el acompañante pidió socorro a voces y algunos vecinos de la población alertaron a los servicios de emergencias, que se desplazaron hasta el lugar.
Efectivos sanitarios, de la Benemérita y del parque de bomberos de la vecina localidad de Baena se personaron para iniciar unas complicadas labores de rescate, ya que el accidentado cayó en el saliente de una roca que se encuentra bordeando el cauce del río de muy difícil acceso y que, además, se encuentra unos 22 metros más elevada del suelo. Una tarea que, según explicó a ABC un testigo que ayudó a los efectivos, se prolongó hasta las 15.30 horas.
El lugar donde se produjo el accidente es muy escarpado y se encuentra a varios metros de la carretera, algo que dificultó las labores a los efectivos. De hecho, el helicóptero sanitario que también se desplazó para recoger al herido no pudo aterrizar en la población al no disponer de espacio suficiente.
A los bomberos no les quedó más remedio que inmovilizar al senderista en una camilla que hicieron descender mediante cuerdas por la pared del precipicio. Ante la gravedad de las heridas ocasionadas los sanitarios solamente aplicaron al herido oxígeno medicinal nada más ser descendido, apresurándose a trasladarlo hasta la ambulancia que se encontraba junto a la carretera en la que le aplicaron varios auxilios mientras era evacuado a la localidad de Doña Mencía, donde el helicóptero esperaba para recogerlo. Desgraciadamente, el hombre falleció de una parada cardiorrespiratoria antes de ser trasladado al helicóptero.
El suceso ha conmocionado a una población que acoge a gran cantidad de personas que se desplazan para practicar actividades de senderismo, visitas espeleológicas a la Cueva de los Murciélagos o escalada.