RAFAEL CARMONA
El pleno fue seguido a través de la Televisión Municipal
«Ya soy un ciudadano más. Ya soy “ex” y he recuperado el estar sin los corses del cargo. Me incorporo a la ciudadanía libre». Así de liberado se mostró el exalcalde de Córdoba, Andrés Ocaña, a través de su página en Facebook, instantes después de que finalizara el Pleno de investidura del nuevo primer edil al que prefirió no acudir, a pesar de que es costumbre que acudan exregidores puesto que están todos invitados.
Su gesto y su ausencia fueron muy comentados no sólo porque más de uno lo consideró como un feo hecho a su electorado, negándose a ir a recoger su acta de concejal, sino también como un mal detalle con la institución que dirigió, habida cuenta de que el nuevo alcalde, José Antonio Nieto, le había solicitado que fuera él quien le entregara el bastón de mando.
«¿Por qué me han querido inmiscuir en el asunto del bastón? Lo dejo a vuestra deducción», señaló el domingo de nuevo en Facebook al respecto el propio Ocaña a través de un nuevo mensaje, en el que añadía que «no volveré a hablar más de estos asuntos».
Quien sí habló de ello ayer fue el fundador de Unión Cordobesa, Rafael Gómez. En los pasillos de Capitulares, el empresario y nuevo líder de la oposición justificó no entregar él al regidor el bastón de mando, como le hubiera correspondido al ser el mayor de todos los ediles electos, argumentando que en Capitulares «me dijeron que el señor Nieto tenía intención de que se lo entregara el anterior alcalde, entonces yo ya qué pinto diciendo que quiero entregarlo». Por ello, Gómez consideró que «no tenía ningún sentido» ni que tampoco tenga «mayor importancia ni trascendencia».
Por su parte, y siguiendo con la polémica, el coordinador provincial de IU en Córdoba, Francisco Martínez, insistió ayer en que «Rosa Aguilar ha sido uno de los factores determinantes que han dañado a IU y al resultado que la organización ha tenido en la capital» en las municipales —se desplomó de 11 ediles a 4—. Señaló que «no es un problema de los quince días de campaña, sino que ha venido muy de atrás y la culminación de marcharse al PSOE y una serie de declaraciones que hace en la campaña acabó influyendo negativamente para IU y el PSOE, pero de manera muy favorable a Rafael Gómez».
