Trinidad Moreno ha sido la bomba de estas elecciones en la provincia. Se presentó por el PP en Cardeña y con sólo un concejal y 133 votos ha salido elegida alcaldesa. La popular asegura que, a pesar de todo, va a asumir las riendas de la localidad, aunque eso le suponga sentir la soledad del poder. El Partido Socialista de Cardeña votó al PP en el pleno de investidura ganando la candidatura de Trinidad Moreno con cinco votos a favor. Ahora el pueblo se enfrenta a un horizonte nuevo con unos concejales del PSOE amenazados de expulsión por su directiva provincial.
—¿Que resumen haría de ese pleno un tanto loco?
—Cuando vi mi nombre en el primer voto pensé que era el que yo había depositado. Cuando salió el segundo y ponía de nuevo Trinidad Moreno miré hacia mi derecha y me dije «¿pero esto qué es?». Al siguiente salió Catalina Barragán y luego otra vez Trinidad Moreno. ¡Vamos! Que no me lo podía creer. Se me quedó auténtica cara de póker.
—¿Y ahora qué piensa hacer?
—La verdad es que me presenté a las elecciones para ser alcaldesa. Y, aunque mi discurso lo preparé para ser concejal, tuve que improvisar sobre la marcha. Por eso fue tan cortito. Pero ahora gobernaré. Ahora no puedo decir que no, porque me presentaba para esto Y en esas estamos.
—¿Se esperaba esta decisión del PSOE?
—No. El día de antes la candidata de IU, Catalina, me dijo que se rumoreaba que el PSOE me iba a votar, pero yo le dije: «mira he oído de todo y todas las versiones. Esto es ya lo último que me quedaba por oír. O a lo mejor me queda algo más por escuchar». Las directrices del partido a nivel regional y provincial era votarnos a nosotros mismos y respetar la lista más votada, pero ahora tenemos que gobernar.
—¿Sus 133 votantes que le dicen?
—Están encantados. Los que tienen que estar muy mosqueados son los del PSOE, ¿no? Que han votado a una opción y su partido después ha decidido otra.
—¿Cómo ve el ambiente?
—Yo veo que la gente está tranquila. Se lo han tomado bien. Los votantes de IU esperaban que iba a ser la lista más votada la que gobernara, porque nosotros no hemos accedido a ningún tipo de presión. Hemos respetado a la lista más votada por ética y por dignidad. No podíamos defraudar a nuestros votantes ni absteniéndonos ni dándole el voto a otra opción política.
—¿Va a gobernar en solitario?
—No sé cómo lo haremos todavía. Tenemos que verlo con la dirección del partido. Será difícil, pero no imposible.
—¿El PSOE no ha pedido nada a cambio de su voto?
—No hemos hablado con ningún partido político. No hay ni pacto ni acuerdo con el PSOE. Si ellos nos han votado ha sido porque han querido. Esto no conlleva ni pactos ni condiciones. La decisión que tomemos, sea la que sea, les va a tener que venir bien.




