Urbanismo ya tiene calendario para reanudar el tramo de la Ronda Norte paralizado (de la N-432 a Madres Escolapias) y acabar la urbanización del barrio de Mirabueno —actuación ligada a la anterior—. En el último caso, espera que los trabajos arranquen a primeros de año. Para el ramal, está elaborando un informe que aclare dudas relevantes para retomar su construcción. El documento irá al consejo de Urbanismo en septiembre.
El origen de este viario arranca de un acuerdo entre el Ayuntamiento y los dueños de una bolsa de suelo en Mirabueno —una junta de compensación cuyo principal propietario era la promotora Marín-Hilinger—. A cambio de desarrollar un plan residencial en esta zona harían y pagarían este ramal de la Ronda Norte, de 2,4 kilómetros. La obra arrancó en 2006.
Pero, en el verano de 2008, se paró. Marín-Hilinger alegó sobrecostes originados por alteraciones en el proyecto y el impacto de la crisis. La junta de compensación había contratado a ACSA para hacer esta infraestructura, valorada en 14,2 millones, pero los impagos detuvieron la construcción.
El Ayuntamiento reaccionó en 2009 iniciando la ejecución del aval que presentó dicha junta de compensación como garantía para financiar la actuación. A finales de 2010, la justicia le dio la razón y se dispuso a dedicar los 13 millones del citado aval a reanudar los trabajos y a concluir la urbanización de la zona residencial de Mirabueno, que también dejó pendiente la junta de compensación.
Para el proyecto de urbanización, fuentes del Consistorio dieron este cronograma: en septiembre pasaría por el consejo de Urbanismo; en octubre estaría en licitación y las obras deben comenzar a principios de 2012 «si se cumplen los plazos». Su importe es de 2,1 millones y durarán 9 meses. Consistirán, según los interlocutores consultados, en «acabar unas zonas verdes, también algo de acerados y de alumbrado, así como construir una pasarela entre Mirabueno y el Parque de la Asomadilla».
Respecto a la Ronda Norte, desenmarañar su futuro aún requerirá un tiempo. El Servicio de Contratación de Urbanismo prepara un informe sobre su compleja situación para que pase por el consejo rector en septiembre y a partir de ahí se decida. El concurso para elegir una firma que termine el ramal que dejó diseñado IU prevé un importe de 10,5 millones y una duración de las tareas de 18 meses.
Alegaciones
Aunque el anterior gobierno municipal anunció que para septiembre se podría retomar, los nuevos rectores de Capitulares se toparon con alegaciones. La principal es de ACSA. Plantea dos cuestiones. La primera es que con el aval se le abonen los trabajos que hizo y que le debe la junta de compensación —pide 12,6 millones—. Ya a principios de 2009 requirió a Urbanismo que le abonara una cantidad similar y se negó alegando que el débito lo mantiene con la referida junta. Su segunda reclamación es que se le conceda la ejecución del subtramo que aún resta por haber sido la adjudicataria inicial del viario.
La primera solicitud no prosperará y la segunda es complejo que lo haga. No en vano, el equipo de gobierno le ha pedido a Contratación que vaya más allá y «nos aclare qué pasa» con la parte de este tramo ya acometida —entre Madres Escolapias y Fuente de la Salud aproximadamente—. Según estas fuentes, hay que desentrañar «cómo se resuelve la situación de lo hecho por ACSA». O sea, conocer si esta compañía «puede interferir en la realización» de lo que resta, continuación de lo construido, porque esta empresa puede alegar que es la poseedora del subtramo ejecutado dado que no se lo ha pagado la junta de compensación. La interrogante a resolver es: «¿Cómo conectar ?». Y no es un tema menor.
El gobierno municipal quiere averiguar si «el Ayuntamiento puede disponer de la parte del ramal levantado o si hay impedimento». Entre otras cuestiones, porque la futura adjudicataria del proyecto debe realizar actuaciones contra el deterioro que ha sufrido la sección ya ejecutada. Igualmente, busca aclarar si puede usar el subtramo hecho a efectos de obra: de mover por él al personal o la maquinaria para seguir con la infraestructura. En definitiva, Contratación ha de ver si el ganador del concurso para retomar los trabajos podría continuarlos donde se quedaron «pacíficamente, sin ningún problema. Nos tiene que indicar si licitar la obra no creará ningún conflicto jurídico».
El Consistorio pretende dotarse de las máximas garantías. De lo contrario, avisan en Capitulares, el adjudicatario de las labores de conclusión si no las puede hacer por algo imputable a Urbanismo «puede hasta intentar cobrar una indemnización». Además, debe extremar el celo, porque Cajasur tiene abierto un pleito aún contra la ejecución del aval y el Ayuntamiento no quiere que el banco pueda alegar que las obras a hacer con dicho aval tienen «algún defecto».
Además, el otro tramo de la Ronda Norte —de Madres Escolapias a la Ronda de Poniente—, el principal y que debe ejecutar la Junta, también acumula demora. Cuesta 198,5 millones y se hará por la fórmula de colaboración público-privada. No se prevé que las obras comiencen hasta 2012.