Desde el segundo trimestre de 2007, poco antes de que estallara la crisis, aumentaron un 313%
Día 30/07/2011
La publicación ayer de la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE dejó otro dato sobrecogedor que refleja el creciente impacto del paro en la provincia. Durante el segundo trimestre, según el detallado análisis que de dicha encuesta hace el Instituto de Estadística de Andalucía, el número de hogares donde todos sus miembros están en el desempleo se disparó hasta los 39.200.
Son 7.100 más que en el mismo periodo de 2010, con lo que se produjo un incremento del 22,1%.
Estos parámetros implican que en Córdoba el 18,2% de las viviendas donde hay al menos un activo —una persona en edad de trabajar y que quiere hacerlo— tiene al conjunto de sus integrantes desempleados. Es una proporción bastante peor que la registrada en Andalucía (16,5%). De hecho, es el segundo territorio de la comunidad con peor porcentaje. Sólo le supera Almería, donde en 22 de cada cien hogares esta lacra socieconómica afecta al global de sus componentes. Al otro extremo de la clasificación autonómica, se halla Huelva, con un 13% de las viviendas en esta complicadísima tesitura.
Además, Córdoba supera con mucho a la media nacional. En el conjunto del país, este indicador es del 10,5%.
Menos hogares intactos
Y la fuerza con la que la crisis ha hecho mella en la vía de sustento de las familias cordobesas queda patente cuando se hace una retrospectiva. En el segundo semestre de 2007, poco antes del estallido de la recesión, en la provincia se contabilizaban 9.500 hogares en los que todos sus integrantes se hallaban parados.
Desde entonces, se contabilizan 29.700 viviendas más en esta delicada situación. Es decir, en el último cuatrienio han experimentado un «estirón» de casi el 313%.
Si se retorna a los datos del segundo trimestre del presente ejercicio, también se aprecia que ha habido un aumento del número de hogares en el que conviven ocupados con parados. Son 55.300, mientras que de abril a junio de 2010 se contabilizaban 49.600. Este colectivo ha experimentado un aumento del 11,5% al sumar 5.700 viviendas más en esta coyuntura. Y, como era de esperar, los hogares con todos sus integrantes ocupados retrocedieron en el último año. Se redujeron un 6%, con lo que se quedaron en 121.200.
Además, los fuertes aumentos que sufrieron tanto las viviendas con todos sus miembros parados y las que tenían al menos un desempleado no se justifican con el aumento del conjunto de hogares con al menos un activo. Respecto al segundo trimestre, subieron un 2,4%.



