Día 12/11/2011 - 10.39h
«Tenemos que ganar en Sabadell para no perder comba con los seis primeros», dijo Paco Jémez. Y no le falta razón al entrenador del Córdoba, ya que, además del farragoso proceso concursal, la empresa mixta que se estudia crear para el uso y la explotación de El Arcángel y la posible renovación del técnico, también hay fútbol, el único bálsamo que, por ahora y ojalá dure, le queda a un club que vive una incertidumbre continua.
El pasado es tan importante para no repetir los errores en el presente y en el futuro que al Córdoba sólo le queda un buen rendimiento deportivo y mantenerse arriba en la clasificación como paraguas para que no le cale hasta los huesos esta situación de inestabilidad institucional: ¿Cómo se cubrirá el déficit de este ejercicio? ¿Cómo se pagarán los 8,1 millones de deuda que se arrastran en el concurso? ¿Tendrá el club liquidez suficiente durante todo el año para abonar puntualmente las nóminas a los jugadores y a los empleados? ¿Cuándo y cómo podrá gestionar el club los espacios del estadio? ¿Se atreverán los dirigentes a vender a su estrella (Charles) en enero si el equipo sigue arriba? Hay muchas preguntas y, por ahora, pocas respuestas. Quedaría feo ni siquiera plantearlas.
