Pablo García Baena liga al poeta con Picasso, que ilustró un libro con veinte de sus sonetos
Día 15/11/2011 - 08.34h
La conferencia inaugural, la primera pincelada del retrato que a lo largo de estos días pintarán quienes mejor han conocido la obra del autor, corrió a cargo del poeta cordobés Pablo García Baena, «su mejor discípulo», según definió el director de las jornadas y gran impulsor de la cita, Joaquín Roses.
En un texto preparado con notable mimo literario y donde no faltaron ni el rigor, ni el humor ni el lirismo, Pablo García Baena puso a Góngora a la gran altura de otro genido creador andaluz: el pintor Pablo Ruiz Picasso. Para ello, y después de recordar su «veneración a Don Luis», habló de Picasso como, «visionario de un mundo nuevo de cubos y aristas».
Los orígenes de uno y de otro tienen Córdoba en común. El primero, porque nació en la ciudad en 1561, «un año de sequía» y el segundo porque aquí llegaron desde el norte de España sus antepasados, apellidados en principio Ruiz de León, más tarde sólo Ruiz.
Se centro en dos de sus bisabuelos, José Ruiz de Fuentes y María Josefa de Almoguera, avecindados en la plaza de las Cañas, padres de su abuelo paterno, Diego Ruiz de Almoguera, en una familia que desde 1808 residió en Málaga.
El nexo de unión entre Luis de Góngora y Pablo Picasso es constante. Ya en una entrevista, afirma Pablo García Baena, el creador del cubismo responde así: «Todos los andaluces somos un poco surrealistas, algunos toreros o como Don Luis de Góngora». Después pasó a centrarse en el punto en que confluyen sus dos trayectorias, el libro en el que Picasso ilustra veinte sonetos de Góngora, y que se publica en París en 1948.
Allí, «como un lego benedictando miniando las páginas de los antiguos códices», el autor del «Guernica» va dando forma a un libro donde su obra complementa a la perfección la poesía del autor cordobés. Tenían en común algo más, y no lo pasó por alto el poeta, que es su concepto de la vida y de la relación con la actividad creativa. «No antepusieron e larte a la vida. Fue el mismo modelo que más tarde siguieron los poetas de Cántico», dijo al inaugurar las jornadas.