—¿Cómo surgió esta empresa?
—Surgió hace 14 años. Entonces, estábamos saliendo de una crisis económica y España se enfrentaba a un gran cambio social. Vimos que el sector de alimentos precocinados tenía un gran potencial de crecimiento y apostamos por él. Los primeros años fueron muy difíciles hasta que se consolidó el proyecto. Nuestras principales características han sido siempre la diversificación y la adaptación a los gustos de nuestros clientes, actuando como un sastre a medida.
—¿Qué aspecto fue el más complicado en esos primeros años?
—Lo más difícil es encontrar una masa de clientes básica para la supervivencia. Fue necesaria una gran inversión para dar a conocer el producto. El acceso a la financiación también fue complicada, pero siempre hemos optado por la prudencia y apostar más por la autofinanciación.
—¿Cómo terminará este año y qué previsiones tienen para 2012?
—Estamos creciendo este año, algo que esperamos que también ocurra en 2012. Estamos aumentando nuestras ventas entre un 20 y un 25 por ciento. Para 2012 esperamos que suban un 30. Hemos hecho un gran esfuerzo en la creación de nuevos productos para adaptarnos a las necesidades de nuestros clientes y a sus hábitos de consumo. Apostamos mucho por la innovación, y solemos sacar al mercado unos seis nuevos productos. También estamos empezando a trabajar en mercados exteriores.
—¿Qué países son en los que quieren introducir sus productos?
—Sobre todo el mercado británico, el alemán, el francés y el holandés. Ya se han hecho algunas operaciones, pero el objetivo es crecer en el próximo año. Para nosotros es clave que en el futuro gran parte de nuestra facturación venga del extranjero debido a la complicada situación que vive actualmente España.
—¿Cuáles son las claves para que un proyecto salga adelante?
—Lo primero es tener ilusión por él y tener muy claro qué es lo que se quiere hacer y la estrategia que se va a llevar a cabo. Los emprendedores han de saber dónde está el mercado para encontrar las oportunidades, que son muchas. A partir de ahí, hay que buscar colaboradores y financiación.
—¿En qué sectores pueden encontrarse esas oportunidades?
—Cuando un mercado cambia tan rápidamente, como ocurre ahora, surgen necesidades y aparecen en todos los sectores, como las nuevas tecnologías, las energías renovables o la propia actividad agroalimentaria.
—Y si hay tantas oportunidades en el mercado, ¿por qué surgen tan pocos emprendedores en Córdoba?
—Las administraciones tienen parte de la culpa porque no facilitan la creación de nuevas empresas. Por ejemplo, de Córdoba se han ido muchas compañías a los pueblos cercanos, porque el suelo industrial es más barato y se han dado más facilidades. Considero que el emprendimiento debería ser inculcado en la población desde los primeros ciclos educativos para que no hubiera miedo al fracaso, tal y como ocurre en Estados Unidos.