Un equipo liderado por el especialista en Dermatología Médico-Quirúrgica Antonio Tejera Vaquerizo acaba de publicar un estudio científico en la prestigiosa «Journal Investigative Dermatology» del grupo Nature, la revista más importante en Dermatología a nivel mundial donde revela que la capacidad para metastatizar un melanoma también depende de su velocidad de crecimiento (GR o growth rate). El reciente estudio permite orientar de forma más clara el concepto de «diagnóstico precoz» de melanoma y poder así definir con mayor precisión el pronóstico de los pacientes con melanoma. Este cordobés especialista en Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología y Máster en Dermatología Estética dirige la clínica dermatológica GlobalDerm en Palma del Río, que compagina con su actividad en el Hospital Internacional Xánit de Benalmádena. Tejera Vaquerizo es experto en el campo del melanoma. Realizó su tesis doctoral, premiada por varias instituciones, en la Universidad de Málaga acerca de este tipo de cáncer y es uno de los dermatólogos españoles más activos en la investigación del pronóstico del melanoma.
—¿Qué es exactamente el melanoma?
—Es un tumor maligno de la piel. Aunque no es el tumor de piel más frecuente, sí es el que más muertes produce, hasta un 70 por ciento de los casos. En las últimas décadas ha experimentado un gran aumento, doblándose su incidencia cada década. Debido a la relación de este tumor con nuestros hábitos frente al sol. En nuestro país la incidencia se encuentra entre 8 y 10 casos por cada 100.000 habitantes al año aproximadamente.
—¿Cuáles son las conclusiones de este estudio científico?
—En este estudio que acaba de ser publicado hemos observado que la capacidad metastásica de un melanoma; es decir, su capacidad para diseminar hacia otros órganos, depende de la velocidad con la que crece. El cálculo de la velocidad de crecimiento se realiza a través de la información que aporta el paciente acerca del tiempo desde que recuerda tener la lesión y el grosor del tumor una vez que es extirpado. Los resultados de nuestro análisis nos llevan a calcular el momento del inicio del potencial metastásico en un melanoma que depende de su velocidad de crecimiento y el tiempo de evolución.
—¿Cómo valoraría la importancia de este avance?
—Estos resultados nos llevan a la idea de que el fenómeno metastásico del melanoma no es un fenómeno aleatorio si no que parece que pudiera seguir algún orden cinético o físico. Parece que depende tanto del volumen tumoral y del tiempo que tarda en adquirir ese volumen.
—¿Quiénes han participado en él y en qué grado?
—Mi grupo de investigación está formado por los dermatólogos del Hospital Vírgen de la Victoria de Málaga bajo la dirección del profesor Enrique Herrera. En este caso hemos contado con la colaboración conjunta de los dermatólogos del Instituto Valenciano de Oncología, referente nacional en este tipo de patología.
—¿Qué aplicación tiene en el futuro inmediato en el manejo del melanoma?
—Se trata de un estudio básico sobre el comportamiento en el crecimiento tumoral, por lo que no tiene una aplicabilidad clínica inmediata. Se trata más bien de conocer cómo se comporta este tipo de tumor a través de la información proporcionada por el paciente.
—¿Se puede predecir con mayor precisión la capacidad metastásica de un tumor?
—Se ha podido plantear el concepto de un melanoma precoz. Sin embargo, teniendo en cuenta que la herramienta principal de este estudio es la información proporcionada por los pacientes y que esta es al fin y al cabo un dato con cierto grado de subjetividad, tenemos que seguir por esta línea pero trabajando con variables más objetivas.
—¿Cree que este estudio es aplicable a otros tumores?
—Hemos podido realizar este estudio por ser un tumor externo, en la piel y por tanto, el paciente recuerda su tiempo de evolución. Esto no es posible en el resto de tumores. Sin embargo, estamos ya diseñando estrategias que nos puedan permitir conocer más sobre la cinética y comportamiento biológico del melanoma con herramientas reproducibles en otros tumores internos.
—¿Cuáles son las líneas de investigación de los próximos años? ¿Se está más cerca de reducir la mortalidad del melanoma?
—En general en el melanoma se ha experimentado un importante avance terapéutico en especial en los dos últimos años con la comercialización de fármacos específicos que bloquean genes concretos o estimulan la inmunidad frente al melanoma y que han demostrado tener impacto sobre la supervivencia de estos pacientes. Otro campo importante en el que cada vez se incide más es en el diagnóstico precoz. Para ello, cada vez son más los hospitales que cuentan con los aparatos específico, en concreto la dermatoscopia digital, para el seguimiento de aquellos pacientes con más riesgo de desarrollar un melanoma.