Vecinos temen que el cine Alcázar se convierta en una discoteca

MIGUEL ÁNGEL

Reunión de vecinos afectados, el pasado viernes por la noche

El creciente rumor de que en el cine Alcázar, que permanece cerrado al público desde hace algo más de un año, se piensa ubicar una «macro-discoteca» cobró forma de realidad, después de que los vecinos confirmaran que en la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento alguien preguntó el pasado 10 de diciembre si eso era posible.

En concreto, fue José Manuel Guerrero Vacas, administrador de varias de las fincas afectadas por esta eventualidad, quien acudió al Consistorio y, aunque bien es verdad que todavía no se ha solicitado formalmente una licencia de apertura del negocio, «me dijeron que una persona había preguntado si era conforme a la normativa ubicar en ese cine una discoteca, y como no hay nada que lo impida legalmente, pensamos que ya va a ser una realidad».

El también abogado recibió el pasado viernes por la noche a una veintena de vecinos, pertenecientes a una decena de inmuebles de las inmediaciones del cine Alcázar, a los que informó de su gestión, por lo que la preocupación vecinal desembocó, finalmente, en «la necesidad de crear una Asociación en Defensa del Entorno de la Plaza de España, de la que voy a ser el gestor, con la idea de llevar a cabo varios proyectos para la zona», explicó José Manuel Guerrero a este periódico.

Por esta razón, mañana, lunes, tendrá lugar otra nueva reunión vecinal, «a la que espero que asistan todos los representantes o presidentes de comunidades del entorno de la Plaza de España», en la que habrá una junta constitutiva para que la iniciativa «sea algo definitivo».

Además de personarse en el caso de que se produjera una solicitud formal de licencia de actividad para una «macro-discoteca» en el cine Alcázar, también quieren moderar un tanto el exceso de circulación por la zona, quizá solicitando al Consistorio la semipeatonalización de algunas de las calles. Otro de los elementos que llevan a pensar al letrado en que la iniciativa tiene visos de realidad fue que la sociedad que lleva los cines, participada por Sánchez-Ramade, y que estaba en fase concursal, «acaba de preguntarme qué deuda en materia de cuotas a la comunidad lleva acumulada por impago».

Eso le ha hecho pensar a Guerrero que, o bien que los interventores de la concursada van a pagar una deuda de hecho corriente «o bien que la van a alquilar, o ya lo han hecho y tienen dinero para liquidar la deuda; y me inclino más por esta segunda razón».

Dos discotecas próximas

El abogado, igualmente, tuvo conocimiento de que la iniciativa de ubicar otra discoteca en los cines Isabel La Católica «todavía no ha sido rechazada por completo», con lo que los vecinos temen que entre Colón y la Plaza de España se acaben juntando «miles de personas provocando ruido, suciedad, problemas de aparcamientos, fricciones, peleas y otros daños colaterales», abundó Guerrero.

Pero no todos están en contra de la idea. La restauración considera que eso podría revitalizar la zona con clientes potenciales. «Si eso fuera así, seguramente acabaría contratando a un vigilante en la puerta y a tres personas para servir en la barra, mientras yo me dedico a hacer bocadillos, y así crearía empleo», consideró Margarita Castro, dueña de la cafetería Nuevo Alfil, justo enfrente del cine.

«Aquí la movida está muerta y los jóvenes necesitan tener una serie de alternativas de ocio», señaló, por su parte, Curro Sabán, responsable de la firma Buffa Lobit, organizadora en Córdoba, Sevilla y Málaga de espectáculos. «Eso sí, garantizando el silencio y el control dentro y fuera de ese recinto», añadió.