ABC analiza la velocidad de las cofradías. El resultado cuestiona el mito de la excesiva lentitud al dar una media de 9,22 metros por minuto y confirma que no siempre son las de silencio las que van más rápido
POR JOAQUÍN DE VELASCO / CÓRDOBA
Día 04/03/2012
¿Cuál es la velocidad de las cofradías? Tradicionalmente, en los medios cofrades se ha venido acusando a las hermandades cordobesas de una excesiva lentitud en su discurrir por las calles de la ciudad. La comparación con otras localidades, casi siempre ejemplificada en Sevilla, es constante. Sin embargo, hasta ahora estas consideraciones se habían basado en una mera impresión personal del espectador, por lo que quizás haya llegado el momento de analizar de una forma más sistemática la velocidad de las hermandades. El resultado, probablemente, arrojará alguna sorpresa inesperada. Y una cifra: las cofradías cordobesas recorren como media 9,22 metros cada minuto. Unas más, otras menos (ver gráfico adjunto).
Para ello, ABC ha decidido medir la distancia recorrida por la cruz de guía de cada corporación, y se ha considerado el tiempo indicado en la Agrupación de Cofradías según los horarios que se han consignado para este año. La velocidad se ha expresado en metros por minuto. Como datos de comparación se han incluido algunas cofradías sevillanas, buscando que representaran las distintas variedades del espectro cofradiero.
Así, se han utilizado como ejemplos el Gran Poder, Santa Marta (cofradías del centro de la ciudad y de silencio absoluto, aunque con distintas longitudes en su camino), Baratillo, Dulce Nombre (cofradías también céntricas aunque con música), Cachorro, San Benito (establecidas en barrios no muy próximos al centro) y Cerro del Águila, que llega de un barrio muy alejado y tiene que cumplir un recorrido de casi once kilómetros durante más de doce horas.
Como posibles consideraciones especiales deben tenerse en cuenta las dificultades particulares de algunos recorridos, el acto de adoración que algunas cofradías realizan en la Catedral o en otros puntos, y sobre todo el hecho de que alguno de los itinerarios planteados es novedoso, por lo que la veracidad de los datos que arroja debe fiarse a las previsiones de la hermandad.
Un ejemplo claro es el Martes Santo. Por segundo año consecutivo, las cofradías han cambiado su orden de llegada a la carrera oficial y también a la Catedral, porque todas pasarán por allí. El año pasado ya lo intentaron, aunque la lluvia terminó por trastornar la jornada. Para esta ocasión, algunas intentarán cumplir horarios muy estrictos para que el día resulte viable.
Como primera sorpresa, puede observarse que la acostumbrada impresión de que las hermandades de silencio son más rápidas en su caminar que las de música no se cumple en todos los casos. El Via Crucis, al carecer de paso, es la más rápida de las cofradías de silencio, seguida de la Soledad, pero no son más rápidas que la novedosa hermandad de la Piedad, con el recorrido más largo.
Las de negro
Será otra que tenga que demostrar el Miércoles Santo que puede cumplir el horario con el que por primera vez llegará a la carrera oficial, ya que en 2011 la amenaza de lluvia a la hora de la salida provocó que se suspendiera la procesión. La cofradía de la Trinidad avanza a 13 metros por minuto, aunque no tiene costaleros que necesiten descanso cada cierto tiempo. Tampoco Ánimas, y sus 9 metros son un registro que mejoran bastantes cofradías de barrio. La Soledad, con 12,20 metros por cada 60 segundos, es, de las que llevan costaleros, la que va a un ritmo más alto.
La tercera cofradía de silencio más veloz, el Santo Sepulcro, presenta una velocidad equiparable, por ejemplo, a la de la Agonía (10,66) o la Sagrada Cena (10,28), y no demasiado alejada del Prendimiento, o una sorprendente Entrada Triunfal, que este año modificará su recorrido para hacerlo más corto —no irá a la Catedral ni dará ningún rodeo por el Centro de la ciudad— y en menos tiempo. La Sangre se moverá en parámetros parecidos, algo que ya pretendía hacer el año pasado y que la lluvia impidió. La cofradía capuchina tendrá que avanzar a un ritmo muy ligero para llegar al primer templo y eso supondrá invertir su tendencia anterior.
La más lenta de las corporaciones de silencio, la Universitaria, tiene una velocidad similar a la de las Penas de Santiago, e inferior por ejemplo, a otras comúnmente consideradas lentas como Descendimiento o Paz y Esperanza. De hecho, es la cuarta hermandad más lenta de córdoba, solo superada por la Esperanza, el Huerto y la Santa Faz, según los datos de horarios y recorridos consignados para este año.
En la comparación con las hermandades sevillanas elegidas se desmonta especialmente el mito de la lentitud. La cofradía sevillana más veloz, el Cerro, no lo es más que la Piedad cordobesa, ni está demasiado lejos de la Soledad. Santa Marta, cofradía de silencio sevillana con un solo paso, equipararía su ritmo a los de Sepulcro, Cena o Agonía, mientras que el Gran Poder se situaría junto a las Angustias, y algo por detrás de Jesús Nazareno.
Las filas nazarenas
El Cachorro o San Benito estarían por debajo de la media cordobesa, a la altura del Perdón o la Sentencia, mientras que el Dulce Nombre o el Baratillo pasarían por especialmente lentas. Esta última, en concreto, sería, de procesionar aquí, la cuarta cofradía que más despacio avanza.
¿De dónde puede, entonces, proceder impresión de que nuestras cofradías son especialmente lentas? De un concepto diferente a la velocidad. La densidad o tiempo de paso. El número de nazarenos por minuto.
Los menguados cortejos cordobeses se disponen de forma que parezcan mayores, mientras que en Sevilla deben comprimirse al máximo. Por esa razón los aproximadamente 600 nazarenos de la Paz tardan en pasar lo mismo que los 2.400 del Gran Poder o San Bernardo, y cinco minutos más que los más de 2000 de la esperanza de Triana. Los 700 nazarenos del Buen Fin, hermandad que en Córdoba pasaría por la más nutrida, tienen dos minutos menos que nuestra Entrada Triunfal para entrar en la carrera oficial.