Día 18/03/2012 - 10.15h
La arquitectura cordobesa se tiñó ayer de luto con el fallecimiento de José Rebollo Dicenta (Madrid, 1914), cuyos diseños contribuyeron de forma decisiva a configurar la capital en el periodo comprendido entre 1955 y 1984. No en vano, permaneció tres décadas en el Ayuntamiento de Córdoba, colaborando con media docena de alcaldes de todas las ideologías.
Él fue el autor del primer Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad, que estuvo vigente de 1958 hasta su revisión en 1986. Rebollo modeló Córdoba tras la postguerra. Los ejes de Carlos III o Conde de Vallellano; la terminal del aeropuerto; el Teatro de la Axerquía; el coso de Los Califas; los Jardines del Alcázar; la plaza de Séneca o el polígono de Levante tuvieron su inconfundible sello. Él se encargo de materializar las ideas del alcalde Antonio Cruz- Conde para revitalizar la ciudad, sobre todo en la década de los cincuenta que está catalogada como una «época dorada» del urbanismo cordobés.
Cons<CW-20>iderado un arquitecto muy prolífico, su huella también está patente en casas particulares del Casco, chalets en el barrio del Brillante o inmuebles que forman ya parte del día a día de los cordobeses como el edificio «Banesto» en la esquina de Ronda de los Tejares con Gran Capitán.



