El ARS Palma Naranja no ha perdido un segundo de tiempo tras su ascenso a la Liga Asobal y ya empieza a poner las bases de la próxima temporada. Pero antes de centrarse en el apartado deportivo, debe hacerlo en lo puramente administrativo, puesto que la Liga Asobal dispone de una serie de requisitos que la entidad gualdiazul ha de cumplir para que se haga efectivo su acceso a la máxima categoría del balonmano en España.
El primer paso es el de decidir si el club se asocia a la organización en sí de la Asobal o si, por el contrario, prefiere ir por libre dentro de la competición. Para integrarse en la Liga Asobal con plenos derechos como asociado, el ARS debe hacer frente a un pago de lo que está catalogado como un «fondo patrimonial». Es decir, una especie de canon con forma de depósito que quedaría en poder de la Liga hasta que el club perdiera la categoría. Con este pago, el club palmeño sería un igual en relación al resto de los clubes que componen la Asobal. La pasada temporada la cuota a pagar rondó los 85.000 euros, si bien el ARS no tendrá una cantidad exacta hasta que no se efectúe el cierre contable, que coincidirá con el final de la temporada en curso. Aun así, también existe la opción de no asociarse, si bien la Asobal se reserva el derecho de exigir un aval de la totalidad del presupuesto de la temporada. Por cierto, que ningún club ha tomado la segunda medida.
Junto a esta primera decisión, el ARS sabe que tendrá que hacer frente a una serie de pagos a la Asobal o la Federación Española de balonmano en concepto de una cuota de inscripción. Estos suplementos rondan los 10.000 euros cada uno, por lo que se necesita una cantidad cercana a los 100.000 para formalizar la salida en competición sin contar otro tipo de gastos como los de arbitrajes. Además, también se debe suscribir un aval en relación al pago a los jugadores, con el fin de aportar una garantía de que el proyecto es viable dentro del apartado económico.
Otra de las exigencias que tiene la Liga Asobal guarda relación con las instalaciones. Actualmente, El Pandero, polideportivo que acoge los partidos del ARS tiene un aforo de 1.000 espectadores, que se puede ampliar hasta los 1.200 en los días de máxima expectación, como ocurrió el pasado fin de semana ante el Adelma con motivo del partido del ascenso.
Tal vez, ahí saldrá uno de los principales problemas para el ARS puesto que la Asobal exige que las pistas en las que se disputan los partidos de competición acojan a un mínimo de 2.500 espectadores. En el club gualdiazul ya se han puesto en contacto con el Ayuntamiento de Palma del Río, propietario de la instalación. Incluso, afirmaron a ABC que «es una localidad de 21.000 habitantes, por lo que hacer una instalación de ese tipo puede ser desmedido, porque nos obligaría a meter a un 10 por ciento de la ciudadanía en los partidos». Con todo, Jordi Pallarés, gerente de Asobal, ha mostrado una sensibilidad especial por el caso al resaltar que «si se quedara en 2.000 tampoco ofreceríamos ningún problema, aunque de eso se hablará una vez que decidan cuál será su relación con Asobal». Por cierto, que también hay una serie de requisitos en cuanto a las dependencias de las instalaciones o el acondicionamiento de vestuarios.
Derechos de televisión
Como contrapartida, el ARS también tendrá derecho a llevarse una inyección económica en cuanto a los derechos de televisión, que al contrario del fútbol, sí se hacen de una manera equitativa en tres cuartas partes de los ingresos, mientras que el resto irá en función a los méritos deportivos.
Eso sí, el ARS de Palma del Río estará sujeto a que sus partidos se celebren en función a los intereses del calendario internacional, por lo que en más de una ocasión tendrá que jugar a mediados de semana en función del calendario de competición de los equipos que disputan competición europea. Con todo, estos son los requisitos invisibles de competir en esta competición.
