La plaga del picudo rojo acaba con 500 palmeras privadas

Por lo menos medio millar de palmeras de la capital se han visto ya afectadas por la plaga de picudo rojo, que se detectó el verano pasado tras entrar en la provincia procedente del oeste y que se quedó a las puertas del casco urbano cordobés, una vez que centró su ataque en las barriadas de El Higuerón y Villarrubia, según informó ayer a ABC la concejal de Parques y Jardines, Laura Ruiz.

No obstante, la inmensa mayoría de las palmeras muertas pertenecen a particulares, ya que únicamente cuatro de esos árboles perdidos por el asalto de este minúsculo y destructivo escarabajo de la familia de los gorgojos son de responsabilidad municipal, y eso supone «el uno por ciento de todas las palmeras afectadas en la capital», abundó la concejal. Es más, la labor de tratamiento preventivo por parte del Consistorio sobre sus 1.700 palmeras es lo que ha evitado que la plaga fuera a más, pero el problema siguen siendo los árboles que están en manos de particulares y que permanecen fuera del ámbito municipal.

Según Laura Ruiz, la intención del Ayuntamiento es intentar contar con un inventario completo de palmeras que hay en el término municipal cordobés, a fin de tener un mayor control y poder actuar con rapidez en el futuro frente a otras posibles plagas de picudo rojo, que se activan durante las estaciones más cálidas. «El pasado año, hicimos una labor de buzoneo entre los vecinos de las zonas de Córdoba en las que hemos detectado una mayor concentración de palmeras, es decir, en parcelas de la Sierra y El Brillante, y este año, en vista de que la plaga permanece activa, hemos insistido con los vecinos».

Fruto de esa actuación, se han recibido en Parques y Jardines numerosas llamadas de particulares informando de que tenían árboles con síntomas de padecer el ataque del gorgojo o para informarse sobre actuaciones preventivas para evitar al escarabajo. Así, el Ayuntamiento ha estado trabajando a lo largo del pasado invierno en la inyección de productos fitosanitarios cada 45 días sobre sus palmeras, que han podido afrontar con bien el ataque de estos insectos. De igual modo, el Consistorio se ha hecho cargo de las 496 palmeras muertas de particulares, lo que implica su traslado en un contenedor de Sadeco hasta un punto donde se las entierra a varios metros bajo tierra. «Los vecinos que noten la presencia del escarabajo sólo tienen que cortar con cuidado el árbol y llamarnos, pero que no lo quemen, porque los insectos salen por centenares en busca de otro sano», advirtió la edil.

Otras plagas

Por otra parte, como viene siendo habitual en estas fechas, se han detectado la presencia de otras plagas, especialmente de la abundante periplaneta americana -la cucaracha roja-, sobre todo por el entorno comercial que rodea a las Tendillas, y de termitas en el Casco Histórico y en parcelas de Alcolea, según señalaron a este periódico las empresas especializadas Avesan y Cordobaplaga.

Desde Sadeco, además, se informó de que no se han detectado hechos importantes en materia de plagas tras la desinfección del alcantarillado de la ciudad, mientras que en lo referente a mosquitos en primavera se desinsectó la zona de la ribera del río, «por lo que ahora no hay una actividad especial».