Las últimas lluvias alivian los embalses, pero no son suficientes para una campaña normal
Feragua advierte que hay que seguir siendo prudentes en la planificación de cultivos, ya que seguimos en situación de alerta
Las precipitaciones caídas en las últimas semanas han permitido almacenar algo más de 120 hm3 en la Cuenca del Guadalquivir y, en particular, más d 90 hm3 en el Sistema de Regulación General. Estos datos, que ha recogido Feragua, la Asociación de Comunidades de Feragua, no son suficientes para proporcionar una campaña «normal o casi normal de riego».
«Sin despreciar el agua acumulada, lo cierto es que necesitamos muchas más precipitaciones y aportaciones a los embalses para que podamos hablar de un sensible mejoría», aseguran los regantes.
Subida en la parte occidental
No obstante, según los últimos datos, el final de noviembre ha mejorado ligeramente los niveles de volumen embalsado, especialmente en la zona oriental, donde las lluvias medias en este mes han superado los 100 l/m2 y embalses como el Tranco de Beas, el Negratín, Giribaile o Iznájar han subido sus niveles de forma sensible.
No ha pasado lo mismo en los embalses de la parte occidental, donde las lluvias medias, detalla Feragua, han sido inferiores, «por lo que no se han notado incrementos notables».
«Confiamos en que en diciembre, enero y febrero, meses habitualmente borrascosos, llueva con normalidad y las tierras, ya bien cargadas, empiecen a escupir más agua,ya sea de las escorrentías superficiales por los arroyos o por las descargas de manantiales y fuentes, que todavía no están brotando en las sierras».
Situación de alerta
En resumen, asegura Feragua, «ante unas aportaciones que debemos considerar escasas y menores a la media histórica de noviembre, hay que seguir dando el mensaje de cautela en la planificación de cultivos». «Seguimos en situación de alerta, y eso significa una previsión de fuertes restricciones en la próxima campaña, salvo que las lluvias de invierno y primavera lo arreglen».