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Calabacines / Maya Balanya
Documento de Acompañamiento al Transporte

El DAT revoluciona el campo

«Este año ha habido que asumir muchos cambios a pie de campo y ahora llega el DAT como una obligación más dentro del trabajo diario»

14 octubre 2019, 11:49

Esta semana ha entrado en vigor una nueva obligación común para todos los agricultores andaluces que en los últimos días ha levantado bastante inquietud, e incluso indignación en algunos casos.

La desinformación existente a pie de campo, donde los grupos de whatsapp han echado chispas, ha provocado que muchos agricultores y comercializadoras, especialmente los que están centrados en su día a día de trabajo, se encontraran con que el lobo llegaba y les iba a pillar con las manos en el cesto.

Desde Asaja hemos estado desde este verano advirtiendo e informando de que el famoso Documento de Acompañamiento al Transporte (DAT) llegaba para quedarse con el objetivo de que su entrada en vigor fuera fácil y sencilla y de hecho es una práctica más que tenemos que ir adoptando en nuestro día a día, como un protocolo de seguimiento del producto sin más, sin mayores problemas, pero al que a pocas horas de su entrada en vigor hay que darle una vuelta.

Registro de Explotaciones

Otro asunto a tener en cuenta es que viene acompañado y vinculado con el Registro de Explotaciones Agrarias y Forestales de Andalucía (REAFA), el registro marco que aglutina a todos los ya existentes y en el que aquellos que no pertenecen a una Organización de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH), porque los que son de una Organización de Productores (OP) serán incluidos de oficio, deberán inscribirse sí o sí. Hasta aquí y contando con un buen asesoramiento, el agricultor no debería tener mayores problemas, si bien vamos a pedir más tiempo de adaptación, hasta que estén correctamente funcionando aplicaciones y registros.

Hay que tener en cuenta que este año han sido muchos los cambios, que si el registro de las jornadas para todos, la subida del salario mínimo y las cotizaciones a la Seguridad Social y, ahora encima, nos viene el DAT como una obligación más dentro del trabajo diario, más papeleo, un asunto tedioso que es como se ve la situación desde el punto de vista del agricultor que ve cómo su finca de calabacines se parece más a una oficina y se le acumulan los papeles y exigencias.

Todo esto dentro de una situación generalizada de precios bajos no hace sino indignar más si cabe al agricultor, no por el hecho en sí de rellenar un papel cuando transportamos el producto, cosa que ya muchos hacen por otro lado, sino por la falta de compensación económica justa por el trabajo que realiza, ya que éste y no el DAT es el verdadero reto que tenemos por delante.

Miguel Ángel Serrano

Técnico de Asaja Almería

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