Roban en la oficina de información que la exposición Omeya tiene en Cultura

CÓRDOBA. ABC

Sin dejar huella y con poco esfuerzo, el supuesto ladrón irrumpió en la sede de la Delegación de Cultura de la Junta en Córdoba y se llevó un botín de 104.000 pesetas del punto de información de la muestra «El Esplendor de los Omeyas Cordobeses». El robo, que se produjo durante el último fin de semana de agosto, entre los días 25 y 26, fue denunciado a la Policía Nacional.

El lunes 27 de agosto, los trabajadores de la Delegación de Cultura se desayunaron con la desagradable sorpresa de que 104.000 pesetas se habían esfumado de la caja registradora del centro de difusión de la muestra Omeya instalado en la sede de la Administración autonómica, en la plaza Capitulares. Según informaron fuentes de la Delegación de Cultura, el ladrón debió de irrumpir en el edificio forzando una de las grandes ventanales de la fachada, que disponen de cristales y dos hojas de madera, pero ninguna cerradura, a diferencia de la puerta central, que sí está revestida de una estructura de hierro.

DENUNCIA EN LA POLICÍA

Tan pronto se percató de la sustracción, Cultura lo denunció ante la Policía Nacional. Agentes especializados en la investigación se personaron en la sede autonómica para recabar pruebas que pudieran aclarar el incidente. El caso sigue abierto y, según ha podido comprobar ABC, dos semanas después la Junta no ha establecido medidas para asegurar los ventanales que sirvieron de coladero para el presunto «caco», que podría haber preparado de antemano el robo. Este diario intentó ayer contactar sin éxito con los responsables de esta Administración en Córdoba.

La confirmación vino de la Fundación del Legado Andalusí, que junto a la Consejería de Cultura ha participado en la organización de la muestra, que puede visitarse desde el mes de mayo y hasta el 30 de septiembre en el conjunto arqueológico de Medina Azahara. Desde la fundación se resta hierro al robo, que se considera de «poca importancia».

Se da la curiosa circunstancia de que habitualmente el sábado se retira el dinero recabado de la venta de folletos y manuales de la muestra, que reúne más de 300 piezas de la dinastía Omeya, de gran valor histórico, procedentes de Siria y España. En aquella ocasión no se actuó con tanta previsión, lo que dio ocasión al ladrón para llevarse un botín.

 

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