Las bocas de fuente con forma de cervatillo, procedentes del
Museo Arqueológico de Córdoba y de Qatar, constituyen dos de las grandes atracciones de
la muestra. Ambas piezas vivieron increíbles peripecias tras el saqueo de la ciudad del
califa Abderramán III. La fuente con forma de ciervo que se encuentra depositada en el
Museo Arqueológico Provincial estuvo en el monasterio de Valparaíso, propiedad de los
monjes de San Jerónimo, al igual que la figura cedida por el Museo Nacional de Qatar, que
desapareció durante un tiempo hasta que se encontró en el Monasterio de Guadalupe. El
análisis realizado de estas piezas forma parte de un conjunto no localizado de Medina
Azahara en la que existía una alberca rodeada de doce animales de bronce.
Destaca, además, la presencia de piezas
procedentes del Museo Nacional de Damasco entre las que se encuentra un cántaro con
decoración trilobulada y de florecillas y un panel de estuco, procedentes de la región
siria de Raqqa.
El país árabe también ha cedido una página del
Corán hallado en Oriente Próximo, fechado en el siglo X.
Los elementos arquitectónicos y domésticos de
Medina Azahara representan un pilar importante de la muestra con la presencia de numerosos
capiteles y cerámicas procedentes de la ciudad del califa Abderramán III. Colecciones de
monedas, decoraciones de vestidos realizados en metales preciosos y verdaderas obras de
arte labradas en madera como el minbar de la Mezquita de los Andaluces de Fez (Marruecos)
estarán presentes en la muestra.
Las piezas han sido cedidas por museos de quince
países entre los que destacan el Museo del Bardo de Túnez, El Museo Nacional de Damasco,
el University Library de Leiden, el Museo del Louvre, la Biblioteca Nacional de Rabat o el
Museo Arqueológico Nacional.