Una riña durante un botellón en las proximidades de ETEA terminó en tragedia en la madrugada del viernes al sábado. Un joven de 22 años murió en el transcurso de una reyerta en la que resultaron heridos otros dos, uno de gravedad y otro al que se dio de alta a las pocas horas. El presunto autor de la puñalada mortal fue detenido minutos después por efectivos de la Policía Local.
Todo comenzó poco después de las dos de la madrugada, mientras unos 350 jóvenes bebían en una de las zonas autorizadas para el botellón: la explanada situada entre la avenida de Linneo y la calle Escritor Peña Aguayo, junto al parking de ETEA, un espacio que habilita el Ayuntamiento en cumplimiento de la Ley Andaluza. Allí se había desplazado una patrulla de la Policía Local para vigilar que no se produjesen altercados o alteraciones, y a esa hora tuvieron noticia de que un joven estaba herido por arma blanca.
Se dieron cuenta de que no era el peor parado, porque los agentes pudieron comprobar que en la misma zona otro joven yacía inconsciente en el suelo con una gran herida en el pecho, a la altura del corazón, mientras que otro joven presentada otra herida del mismo carácter, aunque de menor gravedad. Los agentes procedieron a intentar reanimar al que estaba tendido sobre el piso y al mismo tiempo llamaron a una ambulancia para que le prestara asistencia sanitaria. El servicio sanitario llevó a los jóvenes al hospital Reina Sofía de Córdoba, donde uno de ellos, el más grave, ingresó en estado crítico con una puñalada a la altura del corazón, según precisaron distintas fuentes.
Poco se pudo hacer por su vida, ya que murió poco después como consecuencia de las heridas. El fallecido respondía a las iniciales de J. A. P. C. y tenía 22 años. De los otros dos heridos, uno de ellos, J. M. M. F., de 18 años de edad, recibió el alta poco después de las ocho de la mañana ya que sólo presentaba lesiones leves de arma blanca en el glúteo. El otro, J. M. R., de 19 años, tenía una herida del mismo carácter en el costado izquierdo, junto a la zona de la pelvis, y su pronóstico en el momento del ingreso era grave. Al mediodía de ayer tuvo que ser intervenido con carácter de urgencia por el equipo de guardia.
La operación concluyo alrededor de las 13.30 horas de forma satisfactoria y el pronóstico del herido pasó a ser reservado, aunque no se temía por su vida. Permanecía en el Hospital Reina Sofía, aunque no en la Unidad de Cuidados Intensivos. Todos eran de nacionalidad española y residentes en Córdoba.
Mientras los médicos del centro sanitario atendían a los heridos, los agentes de la Policía Local se concentraron en intentar atrapar al autor, siempre según el informe elaborado sobre los hechos. Varios testigos dieron una descripción del presunto agresor y contaron que huyó por el camino que conduce, a través de la Granja del Estado, hacia los alrededores del río y el Puente de Andalucía.
Los agentes encontraron a las 3.15 horas al presunto autor, que responde a las iniciales de F. J. V. F., es natural de Córdoba y ha cumplido hace poco 18 años. Le consta, según la Policía Nacional, un antecedente anterior, pero de cuando era menor, por lo que ahora no contará. Le hallaron junto al centro comercial Guadalquivir y tenía la ropa manchada de sangre y matojos, que indicaban que había intentado esconderse junto al río.
Investigación
Al presunto homicida se le trasladó a la comisaría de la Policía Nacional, que tendrá que hacerse cargo de la investigación del suceso.
No han trascendido los motivos de la riña, aunque algunos testigos apuntan a que se pudo deber a que el fallecido quiso sustraer una botella a uno de los grupos de jóvenes que ocupaba esta zona. La riña degeneró en una reyerta que terminó con la vida del joven.
Operarios de la empresa municipal de saneamientos, Sadeco, se afanaban en la mañana de ayer en limpiar los restos del botellón, pero a primera de la mañana todavía eran visibles sobre la tierra los charcos de sangre, uno de ellos de un tamaño considerable, que habían quedado como consecuencia del suceso.



