Empezó ayer un Mundial al que han llegado un buen número de jugadores que debutan en este evento. Muchos son muy jóvenes, pero hay otros muchos que llegan aquí cogiendo el último tren, con una piel de lagarto muy dura por muchos partidos y competiciones disputadas.
Sin ir más lejos, por demarcaciones, en la portería tenemos a Julio César, arquero del Inter, campeón de Europa. El guardameta de Brasil ya estuvo en Alemania, pero no llegó a jugar, lo mismo que Kameni, que no ha llegado a debutar con Camerún en un Mundial. Claudio Bravo, el portero chileno, y Lloris, el de Francia, son también debutantes destacados.
En la defensa, el número se extiende y son nombres de tronío: Pepe (aunque en Portugal suela jugar de centrocampista), Alves (Bruno y Daniel), Maicon (con más años que Matusalén), Bastos, Sagna, Evra, Clichy y los españoles Albiol, Piqué, Arbeloa y Capdevila.
En el centro del campo no hay tantos, y son menos conocidos, pero está Di Maria (el que será madridista en breve), Karagounis (porque a pesar de su edad, Grecia se prodiga poco en estos eventos), Baptista, Elano, Matías Fernández, Ray Phillipps y Gourcouff. Además, los españoles Silva, Busquets y Jesús Navas.
En la delantera sí que hay para dar y tomar. Uno de los más sorprendentes es Anelka, pero casi lo es más Diego Milito, otro campeón de Europa en plena madurez (30 años), Luis Fabiano, Di Natale, Higuaín y el Kun Agüero. Pero si de carrozas debutantes se trata, nadie mejor que Palermo, al que Maradona ha recurrido a pesar de que arriba tiene más pólvora que nadie.






