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Josema Yuste dice que si Florentino Fernández fuese un animal sería una foca. Flo, que Josema sería un colibrí: «Aunque esté sentado, está siempre así [y hace un movimiento de alas]». Más ansioso es Flo: «Es que me despisto», dice. «Es que tiene la cabeza en seis cosas», añade Josema. «Que está en misa y repicando...», matiza Álvaro Sáenz de Heredia, el director de «La venganza de Ira Vamp», la película que estrenan juntos el viernes.
Batido de fresa, plátano y naranja para Josema; cervezas para Flo y Álvaro. Empiezan a charlar. Flo dice: «Cervecita-jamón-terraza, typical spanish, qué de tiempo sin practicarlo». Josema, «más inglés» —le critica Flo—, y más serio (sí, más serio) mira su reloj.
La película es la adaptación cinematográfica de la obra de teatro «Una pareja de miedo», basada en «The Mystery of Irma Vep», de Charles Ludlam. Año 1910. En la mansión de Mandacrest, muere en extrañas circunstancias Lady Ira Vamp (que interpreta Flo). Antes de morir, le deja un mensaje a su marido: «Como cuando yo muera, te vuelvas a casar, regreso y te enteras». El desafiante marido, Lord Winston (Josema), se instala en la mansión junto a su nueva esposa, Claretta Castafiore (Flo). Y entonces: «Te estás riendo y ¡Pan! De repente ¡Plaf! Dejas de reírte. Paann. Sale algo de una ventana. Una música. ¡Chachan... Tanam! Un aire. ¡Pam! Un aullido: Auu... Y yo mismo digo: ¡Uy!, ¿Esto no era de risa?». Así, en orquesta de onomatopeyas, lo explica Josema, y añade: «Melodrama en clave de humor». Flo: «Comedia surrealista». «Un género único e irrepetible», agrega Álvaro. «E irreparable», matiza Josema. «Somos —advierte Flo— como las pelis de animación pero en carne y hueso».
¿Quién lame a quién?
La película tiene escenas prometedoras. «Como la de la cacería del zorro», asegura Flo. El director la explica: «Un zorro debe lamer a Flo y despertarlo; Flo tiene que lamer al zorro». Otra de las más cómicas es en la que Josema y Javivi —que junto a Chiquito de la Calzada son los dos cameos— van en un coche de caballos. «Yo —dice Josema— me concentro mucho, pero como me hagan reír...». «Es que a Josema y a Flo lo que los une es su sentido del humor», puntualiza el director. «Bueno, es que contratarnos a nosotros es lo mejor que le ha pasado a Álvaro», bromea Flo.
¿Momentos del rodaje? «Hubo de todo». ¿Lo más complicado? «Rodar planos secuencia de hasta diez minutos». ¿Lo peor? «Josema, que si habíamos quedado a las siete, a menos cinco ya estaba llamándonos». «Y el calor, 50 grados, con abrigos». ¿Lo mejor? «El gazpacho al llegar al hotel, y nuestra fe ciega en esta película».
Además de esa fe, en la peli hay música —Flo canta a lo Rafaella Carrá—, «sustos agradables» —«como los que te das cuando te metes en la ducha y el agua te sale fría»-, y una pareja-«pero moderna, matiza Josema-, coincidimos en algunos proyectos».
Además de esa fe, en la peli hay música —Flo canta a lo Rafaella Carrá—, «sustos agradables» —«como los que te das cuando te metes en la ducha y el agua te sale fría»-, y una pareja-«pero moderna, matiza Josema-, coincidimos en algunos proyectos».
Entonces, Flo se pone tierno: «Cuando yo no era famoso, ya era fan tanto de Josema como de Álvaro. Un día me llama y me dice: ¿Quieres trabajar conmigo? ¿Perdona? ¡Eso no es una pregunta, es una afirmación!».
«Nos quedan veinte minutos», interrumpe Josema. «Ves, ya le vuelve a salir la vena de inglés», dice Flo. «Sólo esperamos que vayan al cine, que con la crisis...». Luego se aturullan: «Cabronaco», dice uno. «Que me muerdo las uñas», dice el otro. «Sígueme, tengo un chiste», dice uno. «Lo que diga el público», dice el otro. «Cada vez que nos despedimos, me hace una caricia», dice uno. «Ahorrando baterías», dice el otro. «¿Tú te ríes durante una hora y media y te olvidas de todo? ¿Hay algo mejor que olvidarse de todo durante una hora y media?». Pero ya no se sabe quién lo dice. Si Josema o Flo. Si Flo o Josema