La cuarta jornada del Campus de Periodismo Francisco de Cossío venía ayer marcada como el «Día D», tal y como adelantó Jesús Fonseca, delegado de La Razón, en la presentación de la primera charla. Los culpables de tanta expectación eran los corresponsales en Bruselas de cuatro medios nacionales (ABC, Colpisa, Efe y Cadena Ser).
El encargado de abrir fuego era José Manuel Sanz, Corresponsal de la agencia Efe. «Si algo nos ha enseñado este tiempo en Bruselas es la importancia de conocer la Unión Europea». Sanz aportó una idea muy clara de la deriva que debe tomar el periodismo comunitario. «Necesitamos más periodistas especialistas en Europa. Allí se produce el 80% de la legislación nacional, hay casi 40.000 funcionarios y otros 15.000 representantes de grupos de presión. Somos sólo 900 periodistas acreditados».
Sanz consideró que el conocimiento sobre las instituciones europeas no debe ser «un círculo cerrado accesible sólo para una élite, sino una obligación para todo profesional».
Griselda Pastor, de la Cadena Ser, propuso una visión de la profesión en clave política. «Bruselas es un lugar como cualquier otro sitio, tanto tienes, tanto vales. El poco poder de influencia que tiene la delegación de corresponsales española es un reflejo del papel que juega España en el proceso de construcción de Europa».
Distinguir la propaganda
«Europa está haciendo un esfuerzo por ser transparente, pero esa transparencia puede ser tan pesada que te inunda de documentos». Son las palabras de Enrique Serbeto, corresponsal de ABC .
Serbeto explicó a los alumnos asistentes que «el secreto no está en encontrar la información, si no en tener filtros y saber distinguirla de la propaganda. Al día recibimos unos 200 ó 300 correos electrónicos y tenemos que saber donde está la noticia.
Tan importante como seleccionar es «tener memoria». «Muchas veces la Comisión o el Parlamento hacen grandes anuncios que después no se cumplen —como la adopción por parte de los fabricantes de móviles de un único adaptador para cargadores- y sobre los que después no se rectifica ni informa. Es ahí dónde debemos estar».
Esperar diez años
Por su parte, Fernando Pescador, corresponsal para la agencia Colpisa, impartió toda una lección magistral de periodismo. «Bruselas es un lugar raro para hacer información», explicó, «un destino que no recomiendo a ningún periodista joven». «Los periodistas somos los que nos colocamos entre la vida y el lector, pero en Bruselas no te vas a encontrar con la vida, sino con un intermediario, un político o un diplomático, que no se va a jugar su carrera por darte a ti una información comprometida».
«Siempre recomendaré hacer primero diez años de periodismo en una ciudad y cuando ya estás lleno de la experiencia y del cinismo necesario intentarlo», prosiguió. «Venir a Bruselas es como ser corresponsal de guerra y no salir de la sala de mapas».
En cualquier caso, Pescador definió Europa como «un foro de información mundial, muy difícil de gestionar», pero dio unos consejos a los estudiantes para salir airosos del trance. «Las nuevas tecnologías nos alejan de las fuentes, pero nos dan más accesibilidad. Lo fundamental es tener ordenada la documentación y contar con buenos indices, que nos permitan recuperarla y utilizarla».






