Al poco de cederle a regañadientes la vara de mando a su otrora amigo «Sandruscu» y compañero de junta, Sandro Rosell, el ya ex presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, confirmó que en horas —tenía previsto hacer lo ayer mismo, si no hoy— constituiría la formación política Democràcia Catalana, su nuevo partido con el que debutará en la arena política. Será una formación abierta a alianzas con otras formaciones soberanistas, como Reagrupament, del ex conseller y ex de ERC Joan Carretero, para concurrir a las elecciones.
El pasado miércoles, en la vigília de la escenificación de su final de mandato azulgrana, Jan aseguró en una entrevista a Barça TV que había decidido dar el paso a la política. De esta manera, se servía por enésima y última vez del club que ha presidido en los últimos siete años para utilizarlo de altavoz de sus anhelos políticos.
Aunque no se descarta una exclusiva previa en la Prensa afín, en principio Laporta detallará hoy a todo el universo sus intenciones a través de su página web (www.laporta2010.cat) y, dentro de unos días, celebrará una rueda de prensa para explicar su entrada en la política catalana, con la vista puesta en las autonómicas de otoño.
Según trascendió meses atrás, Laporta medita una «joint venture» con otras plataformas independentistas, como la de Carretero. El uno podría encabezar las listas de una misma coalición por la provincia de Barcelona, y el otro, por Girona. Y al final, si las urnas les sonríen, los dos podrían verse luchando codo con codo, escaño junto a escaño, por su sueño de una Cataluña independiente.
Tirón electoral El líder de Reagrupament ya ha mostrado en más de una ocasión su interés en aliarse con Laporta, al que considera un puntal en el mundo independentista, sabedor de su popularidad y posible tirón electoral.
Por su parte, el ya ex presidente del Futbol Club Barcelona sigue hablando con gestos elocuentes. Así, acudirá a
la Asamblea Nacional que Reagrupament celebrará el sábado 10 de julio en Barcelona, según confirmaron a Europa Press fuentes cercanas a Laporta.
De esta manera, Laporta alimenta la tesis de que el partido independentista «podría cerrar» en su asamblea una alianza con Democràcia Catalana.
Se da la circunstancia de que la Asamblea Nacional de Reagrupament coincide con la fecha fijada para la manifestación de rechazo a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, que promueve Òmnium Cultural y a la que se han sumado la mayoría de partidos del arco parlamentario catalán, Todos menos el Partido Popular y Ciutadans.
A buen seguro que Laporta ya tiene ganas de despacharse a calzón quitado, como suele, sobre la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut hecha pública esta semana en su parte dispositiva (a falta de hacerse público su fundamentación).
De momento, los más fieles seguidores del ya ex presidente del FC Barcelona, tendrán que contentarse con los comentarios a propósito que Laporta colgó en su «facebook» el mismo día en que se comunicó el fallo, el pasado lunes. En catalán, cómo no, decía en su portal telemático particular: «Un recorte inaceptable de nuestros derechos y libertades; un atentado contra nuestra dignidad».
