La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) y la Federación de Asociaciones de Vecinos de Burgos reivindicaron ayer que, una vez rehabilitada, se destine a otros fines la Casa Cuartel que sufrió el atentado de ETA hace un año. Ambas organizaciones llevan un año reiterando esta petición que hoy recordarán con una concentración bajo el lema: «Guardia Civil si, Casa Cuartel no».
Martín Hernando, secretario general de la AUGC de Burgos, consideró que esta Casa Cuartel podría ser la primera de un cambio en la política de la Nación sobre la vivienda de los guardias civiles.
En su opinión, se trata de una «medida preconstitucional, obsoleta y caduca» y «ésta era una buena ocasión para separar el cuartel de las viviendas y que cada guardia y sus familias vivan donde quieran, como hacen los policías nacionales». En este sentido, aprovechó la ocasión para reivindicar la equiparación de los salarios para facilitar la libertad de decisión de los guardias civiles que «cobran menos porque se entiende que ya cobran en especie al poder disponer de vivienda en la Casa Cuartel».
El secretario general de la AUGC de Burgos criticó además que las autoridades «parece que han pasado página» mientras doce guardias civiles siguen de baja por estrés postraumático como consecuencia del atentado contra ocurrido el 29 de julio de 2009. Hernando señaló que, más allá del recuerdo del suceso, llevan un año «luchando contra las administraciones para conseguir ser tratados como víctimas del terrorismo». En este sentido, explicó que la mayoría de los guardias civiles que vivían en la Casa Cuartel lo han solicitado ya «por la vía administrativa».
La AUGC está apoyada en sus reivindicaciones por la Federación de Asociaciones de Vecinos de Burgos y, más en concreto, por los vecinos de la Calle Jerez, la más próxima a la Casa Cuartel donde sufrieron numerosos desperfectos por la onda expansiva de la furgoneta bomba.
El portavoz de la asociación de civiles afectados por el atentado, Ángel Fuente, recordó ayer que todavía hay vecinos que no han cobrado todo lo que les corresponde por los daños que sufrieron sus viviendas y vehículos y, en su opinión, el consorcio de compensación de seguros ha sido «muy cicatero» en algunos casos. Fuente reconoció que las obras más urgentes se firmaron y pagaron rápidamente tras el atentado pero con el tiempo «han aparecido vicios ocultos en las viviendas, como grietas, de las que nadie se hace cargo».
«Decisión unilateral»
Fuente denunció además que las administraciones «se han olvidado de los vecinos» y nadie les ha dado explicaciones o preguntado, por ejemplo, por el futuro de la Casa Cuartel de Burgos a cuya rehabilitación como tal se oponen. En este sentido, Martín Hernando insistió en que su recuperación fue una «decisión unilateral» del Gobierno.
