Puede que el Pencan-8 no sitúe a Canarias «a la vanguardia de las nuevas tecnologías», tal y como afirmó el alcalde de Candelaria, José Gumersindo García, pero sí parece seguro que contribuirá a mejorar las comunicaciones en la región. «Multiplicará por 15 la capacidad actual con que cuenta el Archipiélago», corroboró Juan José Flores, director territorial de Telefónica en las Islas, quien explicó que la nueva infraestructura submarina, de unos 1.400 kilómetros de longitud, discurrirá entre Tenerife y Conil (Cádiz) y que, de algún modo, vendrá a sustituir al vetusto Pencan-4, que también conecta con la localidad gaditana pero que ha agotado ya su vida útil. Así, con una inversión que supera los 70 millones de euros, la operadora trata de poner los cimientos de su negocio para las próximas dos décadas: «El cable tiene una vida de alrededor de 20 años y contribuirá a mejorar aspectos como la seguridad, dado que si hubiera un corte en otro cable submarino podrían desviarse las comunicaciones hasta este», detalló Flores, que también incidió en aquellas mejoras más perceptibles para los ciudadanos canarios. «La gente demandará cada vez más ancho de banda, y para poder dar cobertura a esa necesidad, son imprescindibles este tipo de infraestructuras».
A modo de ejemplo, el representante de Telefónica apuntó que este Pencan-8 permitirá la transmisión simultánea de 62 millones de comunicaciones de voz y, más allá, potenciará las prestaciones del servicio y la fiabilidad en el camino de los datos entre Canarias y la Península. Tanto será así que, según la empresa, una vez el nuevo cable de fibra óptica esté en funcionamiento, la «indisponibilidad» de Internet, televisión y el resto de nuevas funciones será «prácticamente nula». Con este objetivo, pues, la operadora ha comenzado ya los trabajos en Candelaria, municipio desde cuyas aguas partirá el nuevo cable. Ya ayer, los vecinos de la «Villa Mariana» contemplaban desde la plaza de la Patrona de Canarias, el
Ayuntamiento y el resto de zonas y edificios del casco urbano la estampa del buque «cablero» Teliri, que, con sus 112 metros de eslora, tiene el cometido de tender la línea bajo las aguas que separan Tenerife de Conil.
Al respecto de lo que será el día a día de los trabajos —las previsiones de Telefónica pasan por que el tendido quede listo, siempre que el mar lo permita, para el 6 de septiembre y su puesta en marcha, hacia el primer trimestre del próximo año—, la responsable del área de Ingeniería de Cables Submarinos de la empresa, Elena Ramos, precisó que se ha elaborado un sondeo del recorrido de la infraestructura, «de modo que el cable se adapte» al fondo del océano. De hecho, comentó que a bordo del Teliri trabajará también un arqueólogo, cuyos conocimientos serán necesarios, sobre todo, en aguas de Cádiz, «donde hay muchos pecios, algunos de los cuales podrían tener gran valor».
El proyecto del Cabildo
Durante la presentación de los trabajos, Juan José Flores tuvo también tiempo para referirse al proyecto de comunicaciones que impulsa el Cabildo de Tenerife y que también contempla la instalación de un cable entre la isla y la Península. «Desde Telefónica, se avisó de la instalación del Pencan-8 hace año y medio, pero no nos viene mal, porque si se les corta —el cable—, tendrán que conectarse a algún lado», aventuró el director territorial, quien asintió al ser cuestionado sobre si el plan de la corporación insular traerá beneficios a su compañía. En este sentido, cabe recordar que el gobierno tinerfeño ha vendido su idea bajo el argumento de que permitirá liberalizar las telecomunicaciones en las Islas.