Juan Pablo Durán. Secretario provincial del PSOE
—En los últimos días no hay dirigente nacional o regional que no haya hablado de la posible candidatura del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a la Alcaldía de Córdoba. El silencio del aludido invita a pensar que se resiste a ello. Aclárenos el misterio: ¿Va a presentarse? ¿Y es el candidato también del PSOE cordobés?
—De este tema no quiero hablar de momento. Tenemos la cosa como la teníamos. Es normal que se preguntase por su disponibilidad. De hecho, es un miembro del Gobierno. Estamos en un proceso muy interno y cualquier cosa que yo diga como secretario general tiene siempre una gran dimensión interpretativa. De momento, no hay nada concreto.
—Sin embargo, el líder del PSOE-A, José Antonio Griñán, se ha apresurado a señalar al diplomático y diputado por la provincia como su favorito para optar a la Alcaldía, sin esperar a que el PSOE cordobés se pronuncie. ¿Estamos ante una imposición del secretario regional del PSOE al partido en Córdoba?
—No, no. Moratinos es una de las personas que todos hemos pensado que podía ser un magnífico candidato para Córdoba. Nadie lo duda, como lo demuestran las muestras de cariño de los cordobeses hacia él. Por lo tanto, no veo ningún tipo de imposición, entre otras cosas porque está entre las personas por las que nosotros hemos preguntado en las encuestas de cara a tener una candidatura interesante. No hay ninguna imposición.
—Pero, insisto, ¿los militantes no tienen que pronunciarse antes?
—Griñán ha dicho lo mismo que habría dicho yo si me hubiesen preguntado: que Moratinos sería un magnífico candidato, es una persona querida y que ha demostrado que tiene a Córdoba muy presente. Como Griñán ha dicho, lo decidirá el partido cuando toque. Yo no sé por qué está resultando tan expectante la candidatura.
—Hay expectación, quizás, porque IU y PP ya tienen claro quiénes serán sus cabezas de cartel en 2011: Andrés Ocaña y José Antonio Nieto, respectivamente...
—Bueno, IU no lo tiene aún.
—Los dirigentes de IU dan por hecho que será el regidor. En todo caso, volviendo al PSOE, ¿piensa que su partido parte en desventaja con respecto a otras formaciones por toda la incertidumbre que está rodeando su candidatura? Da la impresión de que no lo tienen claro.
—La incertidumbre no está perjudicando para nada los intereses del PSOE para las próximas elecciones municipales, porque creo que la gente valorará mediante el voto nuestra candidatura cuando la tengamos.
—¿Está cuestionado el portavoz municipal, Rafael Blanco? Lo digo por los últimos desencuentros que han mantenido.
—No, ¿por qué?. Él es portavoz.
—Él ha manifestado que quiere repetir como alcaldable, pero nadie lo haya apoyado públicamente como se ha hecho con Moratinos. Eso lo coloca en una situación de debilidad interna.
—Blanco está en su libertad como militante que expresar libremente que quiere serlo, pero no ha dejado de expresar un deseo personal. En todo caso, se habrá puesto él solo en situación de debilidad. ¿No?
—¿Y usted quiere ser candidato?
—Como Juan Pablo Durán no tengo opinión, porque cuando yo hablo, habla el secretario general del PSOE. Y todo el mundo evalúa lo que digo en función de mi cargo y no de Juan Pablo Durán. Muchas veces me he tenido que morder la lengua por eso. Hay que esperar a que el procedimiento que tenemos en marcha concluya con una nominación que debe venir de abajo a arriba, pero que también ha de tener el beneplácito de las ejecutivas federal y regional, puesto que es la mejor manera de garantizar el apoyo. Cuando se eligió a Rafael Blanco, contaba con el beneplácito de arriba y luego eso se notó en la presencia institucional en la campaña.
—Al haberse prescindido de las primarias en Andalucía, ¿no se espera ningún órdago de Blanco ni de ningún otro militante al aparato para ser candidato, como ha sucedido con Tomás Gómez en Madrid?
—Entre todos, en el comité director decidimos que no habrá primarias. No sé cuál sería el órdago. Yo creo que Rafael Blanco habrá expresado un deseo de encabezar la candidatura, como cualquier militante. Creo que nadie le ha dicho a Rafael Blanco que diga o no nada, se ha expresado siempre con absoluta libertad. Si él ha creído conveniente decir eso, él sabrá. Pero eso no puede llevar a pensar que si se empiezan a preguntar por otros nombres se le hace un ataque a Rafael Blanco, como he leído en algunos artículos. El portavoz tiene su misión aunque no fuera él el candidato. Si expresas un deseo personal, puede ser tu deseo, pero no nos puede condicionar a los demás.
—¿Tiene algún enfrentamiento personal con él?
—Para nada. No tengo ningún enfrentamiento con ningún militante.
—¿Se tiene en cuenta a las bases en la elección del alcaldable? ¿qué peso tienen en el proceso?
—Tienen todo el peso. El proceso no sé todavía como se va a plantear. Lo normal es que las agrupaciones se reúnan y evaluen las propuestas.
—¿Quién propone?
—La otra vez había ya una propuesta que ya tenía el plácet de las ejecutivas federal y regional que se trasladó a las agrupaciones locales. Antes de que votase de la ejecutiva provincial, ésta tuvo en cuenta sus votos. Ahora, tendrá que hacer una propuesta también la ejecutiva municipal. Intentamos buscar el consenso entre todos, abajo y arriba. El proceso lo activó el comité director. Comienza el 3 de septiembre y acaba el 25. Entre esos días ya tendríamos una propuesta formal de candidato. Antes, no lo creo.