En el Ayuntamiento costaba ayer discernir quiénes eran los patronos y quiénes formaban parte de la marea de trabajadores en huelga. No es que el piquete estuviera dentro de la empresa, sino que ejerció como tal su propio consejo de administración, esto es, una parte destacada del gobierno local, cuyo grupo mayoritario, IU, apoyó la convocatoria pese a que anunció que iría a trabajar como un día cualquiera. Trabajar, lo que se dice trabajar, trabajó, pero más para facilitar que el frenazo general fuera un éxito para garantizar los servicios mínimos pactados de antemano en Aucorsa o Mercacórdoba, o el derecho a ir a la oficina de quienes quisieran ejercerlo incluso dentro de la propia institución que dirigen.
A esta ceremonia de la confusión contribuyeron miembros del grupo municipal como Alba Doblas y Pedro García, que, como dos sindicalistas más, acompañaron a los piquetes informativos que, a las puertas del Ayuntamiento, increparon a trabajadores y ediles del PP cuando se disponían a entrar en Capitulares. La tensión llegó a tal extremo que tuvieron que intervenir policías nacionales para facilitar el acceso al personal, ante la indiferencia de los agentes locales, comandados por el concejal de Seguridad, José Joaquín Cuadra, de IU, que tenían instrucciones de no entrar en colisión con los huelguistas.
«Puntos calientes»
Horas antes, de madrugada, el delegado municipal de Infraestructuras y secretario de Organización de IU, Pedro García, también hizo acto de presencia entre los masivos piquetes en otro de los puntos calientes de la jornada, la distribuidora de los mercados mayoristas, Mercacórdoba —empresa semimunicipal—, donde se impidió el acceso de los camiones cargados de mercancía hasta las 7.00 horas. El objetivo era dejar desabastecidos los mercados de la ciudad y las despensas de sus clientes. La Policía Local se dedicó a ello, evitando cualquier choque con los «piqueteros» y desviando a estos transportistas en uno de los accesos de la autovía.
Más controvertido fue el boicot que los sindicatos realizaron contra los servicios mínimos de la empresa municipal Aucorsa —un 25% de vehículos en horas punta y un autobús por línea—.
Ningún autobús pudo circular, desde primera hora de la mañana y, al menos, hasta bien entrada la tarde, ante la inoperancia de la Policía Local una vez más, lo que provocó un serio choque entre los socios del gobierno municipal, IU y PSOE. Indignada por las molestias ocasionadas a los usuarios, la presidenta de Aucorsa, María Ángeles Luna, del PSOE, relató que, después de llamar dos veces a Cuadra sin que le hiciera caso, tuvo que pedirle por escrito que actuara. «Pero los seis policías que había allí, según me dijo Cuadra, debieron de quedarse de brazos cruzados, pues no hicieron nada», se quejó Luna. El responsable local no lo desmintió en una nota que remitió poco después.
Por su parte, el secretario provincial del PP, Federico Cabello de Alba, denunció «la convinvencia absoluta» del gobierno al no evitar que los piquetes impidieran el acceso al Consistorio. Tachó a éste de «piquetero», puesto que hubo «concejales dedicados a agitar en los piquetes pseudoinformativos» ante la «pasividad» de la Policía Local.
