La industria lucentina secundó mayoritariamente la jornada de huelga general convocada por los sindicatos en el día de ayer. Desde primera hora de la mañana las principales fábricas de los grandes polígonos se quedaron desiertos, gracias en parte a la acción de los piquetes informativos, y en mayor medida a la decisión de muchas empresas de evitar problemas cerrando y recuperando la jornada laboral con posterioridad. Por el contrario, la incidencia de la huelga fue casi nula en el centro urbano, donde abrieron con normalidad los comercios, cafeterías y bancos. En el Ayuntamiento el seguimiento apenas alcanzó el 3%, excepto la empresa municipal Servirán, donde llegó al 14%. También fue escasa la incidencia de la huelga en los centros escolares —en torno al 10%— e imperceptible en los centros de salud.
La jornada de huelga comenzó en Lucena en la noche del martes, cuando los grupos de la oposición abandonaron el pleno, después de que el grupo socialista no entrará al debate de una moción de IU sobre la huelga y sí a debatir una proposición similar de CC.OO., informa V.M.G.
Normalidad en Cabra
En la vecina localidad de Cabra, sucedía otro tanto de lo mismo. En el hospital Infanta Margarita no solo se cumplieron los servicios mínimos, sino que solo faltaron a sus puestos de trabajo unos 10 profesionales de los turnos de madrugada y mañana, según informaron a ABC fuentes del centro. Asimismo, hubo colegios en los que se impartió clase con total normalidad ya que incluso apenas faltaron alumnos. En lo concerniente a empresas de alimentación, panaderías, fruterías o carnicerías abrieron con total normalidad al igual que los supermercados. Solamente se notó el paro en la plaza de abastos, en la que sólo abrieron la mitad de los puestos y en el polígono industrial Atalaya donde muchas empresas decidieron cerrar. En el resto de polígonos la actividad fue la de un día cualquiera y salvo en algunas empresas en las que se estaba trabajando a puerta cerrada, decidieron abrir conforme avanzaba la jornada. En la construcción la amenaza de piquetes a horas tempranas motivó que algunas empresas decidieran no salir al tajo, salvo en las obras Profea, donde el personal sí decidió trabajar, informa F.O.
Palma cerrada
Los sindicatos cifraron el seguimiento en Palma un 80 por ciento, aunque sin incidencias. La mayoría de los bares y comercios permanecieron cerrados y muchos niños no acudieron al colegio. Los únicos establecimientos que no se sumaron a la huelga, aparte de algún bar y alguna tienda, fueron dos supermercados (donde se colocaron piquetes informativos) y una gasolinera. Por otro lado, el trabajo en el campo también se paralizó y en cuanto a los funcionarios, según los sindicatos, el 50 por ciento acudió a trabajar normalmente.
Encierro en Encasur
En el Valle del Guadiato, la jornada también fue tranquila y con incidencia más bien baja, con movilizaciones en el sector de la construcción, forestal y algún comercio. El sector de la enseñanza funcionó casi al 100% al igual que las administraciones públicas.
Tan sólo en el Ayuntamiento de Belmez, gobernado por IU, secundó la huelga. En algún caso, llamaba la atención el gran despliegue policial y de Guardia Civil, llegando a haber más miembros de cuerpos de seguridad que sindicalistas. El comité de empresa de Encasur retomó el encierro en las oficinas de la empresa a las doce del mediodía hasta esta medianoche, informa M.R.F.
En Aguilar. Las calles más comerciales estaban desiertas y todos los negocios cerrados. Lo mismo ocurría con las empresas y cooperativas donde no llegaron agricultores porque nadie salio al campo. Tan sólo hubo actividad en Mercadona informa J.P
