Córdoba está a la cabeza de España en número de desempleados. Este puesto del ranking unido al hecho de que el último informe del Defensor del Ciudadano hablaba de que 217.000 personas sufren la pobreza de forma moderada y otras 30.000 de manera severa, ya que no ingresan ni un tercio de la renta media, ha hecho saltar todas las alarmas. De esta terrible realidad dio buena cuenta ayer en su ponencia sobre «Causas y perfiles de los nuevos excluidos» el secretario general de Cáritas Española, Sebastián Mora, en las I Jornadas sobre Pobreza y Exclusión Social organizadas en el Rectorado por el Defensor del Ciudadano.
—¿Cuáles son las causas y perfiles de los nuevos excluidos?
—El perfil de nuevas personas pobres excluidas está conformado por personas que eran ya pobres excluidas desde antes de la crisis y no han dejado de serlo, y, además, por un grupo de personas que podríamos denominar que tenían los distintos niveles sociales bastante cohesionados —tenían trabajo, familia, unos ingresos habituales y una vivienda— y a partir de esa salida laboral de un miembro o de los dos, se han quedado sin poder pagar la hipoteca y le han surgido otra serie de déficit familiares y de otro tipo.
—¿Qué datos maneja sobre la pobreza en Córdoba?
—Los datos de Córdoba que he utilizado en mi ponencia son los que refleja el Defensor del Ciudadano en su informe. Existen dos grandes colectivos castigados por la escasez de recursos, que ha agrandado la crisis. Por un lado, el grupo más numeroso es el de los 217.000 cordobeses que se encuentran inmersos en la pobreza relativa —lo que perciben es menos del 60 por ciento de la renta media, aunque no baja del 30 por ciento—. Se trata, sigue el estudio, de más de 70.000 pensionistas con bajos ingresos, de casi 10.000 perceptores de pensiones no contributivas y de parados o trabajadores con salarios precarios u ocupaciones discontinuas. Suponen entre el 27 y el 28 por ciento de la población cordobesa. Y se quedan muy lejos de la renta media (salarios, pensiones o prestaciones por desempleo) de un habitante de la provincia, que se sitúa en 975 euros mensuales. Todos ellos pasan el mes con menos de 586 euros.
—¿Cómo ha surgido esta gran bolsa de pobres?
—La pobreza que ha surgido de la crisis es una pobreza muy relacionada con el desempleo y con el empleo precario. Entonces, en la medida que la tasa de desempleo sea mayor la pobreza y la exclusión social tiene una incidencia mayor, que es lo que ha ocurrido en Córdoba. Sin duda ninguna, a mayor desempleo, mayor exclusión social. Hay otro elemento del paro que también hay que analizar, que es el de larga duración, que suele ser en mayores de 45 años y en personas que se incorporan por primera vez al mercado laboral. Los datos de la EPA en la provincia de Córdoba recogen que los mayores de 45 años que llevan más de un año buscando trabajo y no lo han encontrado han aumentado, y, de otro lado, también aquellos jóvenes que tratan de incorporarse por primera vez al mercado laboral y llevan más de un año intentándolo.
—¿Habrá aún más pobres?
—No puedo avanzar la tendencia, pero desde Cáritas hemos valorado que hay un mantenimiento de la situación. Lo que sí es verdad es que con la desaparición prevista de cierta protección social, el índice de pobreza aumentará. Si el desempleo se mantiene y la protección social baja,entonces, los índices de pobreza se incrementarán.
—¿Qué podría poner freno a esta avalancha de pobreza?
—Hacen falta muchos elementos que no tengo la capacidad de enjuiciar, pero desde el punto de vista de los pobres, que es lo que hacemos y defendemos desde Cáritas, no pueden pagar la crisis quienes no la han provocado. A la hora de establecer políticas sociales, aunque sean políticas austeras, hay que tener en cuenta en primer lugar a las personas más pobres y excluidas.
—¿Son suficientes las ayudas institucionales en esta crisis?
—Las ayudas institucionales son insuficientes y además se anuncian recortes, con lo que serán aun más insuficientes.
—¿Hasta qué punto las personas que más sufren la recesión se encuentran con que no pueden ni cubrir sus necesidades básicas?
—La crisis ha tenido una incidencia muy importante en las necesidades básicas de las personas. Nosotros, a nivel estatal, hemos duplicado de 2008 a 2009 el número de personas a las que hemos ayudado en el tema de cubrir necesidades tan básicas como pagar la alimentación, la ropa, el alquiler, el pago de luz, el agua, la hipoteca, la ayuda para temas escolares, la higiene y la farmacia.
—¿Cáritas vive de los donativos?
—El presupuesto de Cáritas es un 62 por ciento de donaciones privadas y 38 por ciento de subvenciones públicas, con lo que las ayudas privadas duplican prácticamente a las de las instituciones, pero la verdadera riqueza de Cáritas son sus más de 60.000 voluntarios, que donan gratuitamente su tiempo y su conocimiento para ayudar a los demás.
