Este año, no habrá Año Nuevo en las playas de Santo Domingo ni resopón junto a la sombrilla. Esta vez, Felipe González se quedará a tomar el turrón en España. Y es que se ha pasado casi un mes viajando por América y lo único que quiere es estar tranquilo. Por eso no irá con sus casi cuñados, los Trapote, a su Nochevieja en el Caribe ni a las rebajas de Nueva York. Sí cenará con su novia, Mar García Vaquero, y disfrutará de sus hijos y nietos, mientras pule sus piedras y diseña sus piezas de joyería, que luego vende su buena amiga Elena Benarroch en su tienda del madrileño barrio de Salamanca.
Piedrecita a piedrecita, González se ha hecho su particular hueco en el mundo de la joyería. Lo comprobé esta semana durante la fiesta que organizó la marquesa de San Eduardo en el Nuevo Club, donde hizo una venta especial de algunos de sus diseños más cotizados en jade, brillantes, rubíes, zafiros y esmeraldas.
Subasta en Londres
Entre los muchos asistentes se encontraban los padres de Ana García Obregón, que vi en animada charla con su amigos, pero sin comprar ninguna pieza. Días atrás viajaron a Londres para acudir a la subasta Sotheby's, donde salieron a la venta varios sorollas, y me cuenta un pajarito que uno de los cuadros que se vendió era de su propiedad. ¿Será también por la crisis?
Tampoco comprando, aunque sí dando cuenta de la lubina que se sirvió, encontré a Jaime de Marichalar. En su día se decía que era quien compraba joyas a su ex mujer, la Infanta Doña Elena. Será que hoy no tiene a quien regalar. Es curioso que el ex duque no haya rehecho su vida sentimental después de su divorcio. Esa noche compartió charla con Patty Galatas, pero lo normal es verle solo o con amigas tan poco dudosas como Marisa de Borbón y Nuria González, dos de las que le protegen y cuidan. Con Nati Abascal se le ve menos. Me cuentan que ya no son tan íntimos.
Frente a los brillantes de San Eduardo, y con sus morritos que no pasan de moda, llegó Begoña Trapote con el anillo de la fiesta, un enorme ámbar que lució orgullosa. Sobra decir que el autor de la pieza es Felipe González y que Begoña está tan encantada con él, que se está haciendo con sus creaciones.
También satisfecha de poder ayudar a los que lo necesitan llegó Nuria González a la presentación de las pulseras que Suárez ha lanzado a beneficio de la Fundación Aladina. Nuria se prepara para una de las navidades más tristes de su marido, FernandoFernández Tapias, que meses atrás sufrió la desgracia de perder a uno de sus hijos mientras practicaba buceo en Lanzarote. Ella ha sido el mejor apoyo de Tapias en este tiempo.
Otra joya de fiesta fue la inauguración de la macro tienda que Adolfo Domínguez ha abierto en Madrid. Desde Juncal Rivero a María León y José María Aznar (sólo amigos), pasando por David Meca. Aunque él no comenta, insisto en que no era un waka rumor que Shakira ocupa en su casa de Barcelona. La tiene alquilada por un año y allí acude cuando muchos ni saben que está en la ciudad. Waka, waka.