Representantes del Córdoba CF y de Augusta Business Capital (ABC) continuarán desde hoy con los contactos para finiquitar los últimos detalles de la venta del paquete accionarial del Grupo Prasa en la sociedad anónima deportiva. Básicamente son dos los trámites o asuntos que están pendientes: la «due diligence» y la autorización del Consejo Superior de Deportes (CSD).
Los intermediarios de la parte compradora siguen su minucioso examen de la empresa blanquiverde, para confirmar que el estado real del Córdoba CF coincide con la documentación aportada durante los últimos meses de negociación (comenzó en agosto). Se espera que, entre hoy y mañana, los italianos den su aprobación a la radiografía final de la SAD blanquiverde.
Por otra parte, comprador y vendedor esperan el visto bueno del CSD para formalizar oficialmente a lo largo de esta semana, previsiblemente el miércoles, el traspaso de poderes en el Córdoba. El club comenzará a sus 56 años de historia una nueva etapa. El proyecto, fijado a tres años, busca llevar al equipo a Primera.
José Miguel Salinas, presidente del Córdoba CF, Antonio Prieto, vicepresidente primero del club, y Quique Rodríguez, abogado granadino y socio y administrador único de la empresa española (Augusta) que servirá como medio para comprar las acciones de Prasa en la entidad blanquiverde (con el Catania y Antonino Pulvirenti detrás de la operación), continuarán hoy con los contactos con la idea de darle un nuevo empujón, posiblemente el definitivo, al traspaso de poderes.
Vuelta mañana y huelga
Mientras los dirigentes del Córdoba mantienen las últimas citas para completar la venta del club, la plantilla y el cuerpo técnico vuelven mañana al trabajo después de haber gozado de seis días completos de vacaciones por el parón navideño, tras empatar (1-1) el pasado martes en El Arcángel con el Deportivo de la Coruña en el partido de ida los octavos de final de la Copa del Rey.
El regreso a los entrenamientos estará condicionado por la amenaza de «huelga» que ha planteado el sindicato de los futbolistas españoles (AFE) en la negociación con la LFP. El origen del conflicto, según los representantes de los futbolistas, es el incumplimiento del convenio colectivo por impagos de varios clubes a sus jugadores desde el inicio de la temporada.
El convenio también recoge que no se pueden jugar partidos el día 2 de enero. A este punto se aferra la AFE para amenazar con no jugar ese día si la LFP no aporta garantías para que se resuelvan los impagos.
